Javier Orlando Vargas se describe como 100% santandereano.
Nació en la provincia comunera, en el Socorro, pero toda su vida la ha desempeñado en Floridablanca.
Es el dueño, inventor y propulsor de la cerveza artesanal Medieval. Un proyecto que tiene desde hace años y en diferentes olores y sabores.
“Yo fabrico esta cerveza de una forma empírica. Comencé en la casa hace 15 años, con mis amigos y familiares. Poco a poco fuimos surgiendo y se dio la posibilidad que se convirtiera en una empresa como producto de innovación”, dice Javier.
Su proceso comenzó en la cocina de la casa o en la finca de la familia, ubicada en la vereda Casiano Bajo. Los fines de semana era su hobby, la hacía para acompañar las fiestas familiares.
“Las personas comenzaron a probarlas y les pareció muy rica y de ahí inició la producción. Comencé el proceso de investigar, saber las técnicas, una buena elaboración y capacitarnos en este objetivo. Después de varios años cree una buena cerveza”, comenta este amante del emprendimiento.
Cuenta que hace cinco años, quienes viven en esta vereda, fueron invitados al Cerro del Santísimo a presentar proyectos, allí Javier se dio a la tarea de promover su cerveza, la Medieval.
De todos los sabores
Comenzó fabricando una cerveza dorada, suave, refrescante e ideal para la sed y el calor; con mucho sabor y cuerpo. Luego se dio a la tarea de producir una de corte europeo, irlandesa de color rojo, más seca y tostada.
Finalmente propuso darle un toque región. Allí presentó la cerveza con guayaba, como proyecto de innovación de Santander, siendo ganador de un “Peter Clausen” a la mejor cerveza.
También una de trigo para un festival de la piña, donde se utilizó este cítrico y hierbabuena, y hoy el reto, ya con distribución, es la cerveza con cacao.
“Hace tres años años la presentamos en el ‘Chocoshow’, como productores de cacao. La idea era trasnformar ese cacao en algo especial, incluimos las dos pasiones, la cerveza y el cacao”.
“Con la ayuda del gobierno y la Federación pudimos desarrollarla y ya la tenemos en el mercado”, argumenta Javier.
El proceso para hacer esta cerveza puede tardar cerca de tres meses. Desde el corte de la mazorca de cacao, la fermentación y todo el desarrollo productivo. Por Instagram o Facebook lo pueden encontrar como Cerveza Medieval.
Actualmente este hombre ya tiene toda una maquinaria elaborando su cerveza, una planta productiva y con registro Invima.
