El hurto de motocicletas es el segundo, después del hurto a personas, que más azota a los bumangueses.
En lo que del año, en ‘La Bonita’, se han registrado 220 casos de hurto de moto. En todo el área metropolitana van contabilizadas 397 motos robadas.
La modalidad de halado y atraco son las más frecuentes de las que se valen los delincuentes para lograr su cometido.
Pero, la ciudadanía, harta de la ‘ola’ de inseguridad ha impuesto una reacción que cada vez toma más fuerza, tomar justicia por propia cuenta.
Cuando los ciudadanos se percatan de algún robo, ya no se abstienen. Se unen en una turba, atrapan a los criminales y les propinan la llamada ‘paloterapia’.
No solo eso, la mayoría de asaltantes se movilizan en motocicleta. Prenderle fuego a la máquina es la otra ‘lección’ que da la ciudadanía para manifestar que no permitirán que la inseguridad se desborde en las calles.
Así les ocurrió a dos sujetos, de 33 y 28 años, que fueron capturados por la Policía Metropolitana de Bucaramanga, luego de que los habitantes del sector de Cabecera reportaran que habían robado una moto.
Los ‘pillos’ intentaron escapar pero la comunidad y los patrulleros lograron acorralarlos.
La moto robada fue recuperada pero la máquina en la que iban los tipos fue incinerada. Quedó hecha cenizas.
Las autoridades insisten en el llamado a no tomar justicia por mano propia pero eso no evita que la gente, llena de furia, decida actuar contra los canallas.
