Hartos de los bandidos a bordo de motocicletas, armados y atentando contra la vida de los ciudadanos de bien, los barramejos desataron el caos para darles una lección.
En el barrio La Planada del Cerro hubo agitación, después de que atraparan a un ladrón que había asaltado a una menor de 17 años.
La adolescente que también iba en motocicleta, fue embestida por el maleante que de un raponazo la despojó de sus pertenencias y emprendió la huida.
Ella, en una reacción valiente, decidió perseguirlo y pedir ayuda a quienes habían presenciado el asalto.
Cuadras más adelante lo acorralaron, lo tumbaron de la moto, le quitaron sus prendas y lo cogieron a golpes.
La furia se encendió a tal punto que le prendieron fuego a su motocicleta, que terminó incinerada. Cuando llegaron Bomberos solo quedaban cenizas, hierros retorcidos.
La Policía tuvo que refugiar al sujeto en una panadería, porque la comunidad lo quería linchar.
Lo capturaron y a la víctima del robo la trasladaron a un centro asistencial, porque sufrió algunas laceraciones.
Del protagonista de la tremenda paloterapia se supo que es conocido como “Filipo” y sería hijo de una agente de tránsito de Barrancabermeja.
Las autoridades confirmaron que tiene anotaciones judiciales por hurto calificado en el 2017, actualmente tenía medida de detención domiciliaria otorgada por un Juez.
Se robaron las partes de la moto
Sobre el episodio hay opiniones divididas respecto a a la reacción de los ciudadanos. Mientras unos aplauden que le hayan dado su ‘merecido’ al ladrón, otros argumentan que solo aprovecharon la oportunidad para actuar de forma incoherente.
“La gente que lo golpeó a casi hasta matarlo estaba igual o de peor nivel que el ladrón. A nadie le importó la muchacha, estaban desesperados por robar las partes de la moto que quedaron buenas.”, contó una testigo.
