Hace ocho años, Cielo González, oriunda de Albania, Santander, fue la primera persona en Suraméricana en recibir un corazón artificial. Desde el 2014, ha celebrado doble cumpleaños: cada 2 de enero, fecha en la que nació (1958), y cada 7 de abril, día en el que los médicos de la Fundación Cardiovascular de Colombia, FCV, le practicaron la cirugía.
“Ese día volví a nacer. La medicación ya no me hacía efecto y si continuaba así no llegaba ni a diciembre de ese año”, recuerda Cielo.
Su principal problema era que su corazón no podía bombear la sangre con la fuerza que su cuerpo necesitaba. Su condición hacía que se fatigara al realizar actividades diarias como comer, cepillarse los dientes o caminar.
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Aunque la primera opción que se planteó fue un trasplante de corazón, al realizar los diversos análisis se concluyó que era inviable.
La única alternativa era implantar un Heartmate II, un dispositivo al que popularmente se le llama corazón artificial y que se vale de energía eléctrica para bombear sangre a todo el cuerpo.
“El Heartmate II tiene una fuente de poder que sale por la piel del vientre y está conectada a una pequeña computadora, que es el cerebro del dispositivo. Este computador, que ella carga en un bolso, tiene dos baterías portátiles, con cargas de entre 14 y 16 horas, que le permiten salir sin problemas”, explicó Leonardo Salazar Rojas, director del Programa de ECMO y Asistencia Ventricular de la FCV.