Desde diciembre de 2017 el ahora exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, y su hijo, Luis Carlos Hernández Oliveros, están involucrados en un escándalo por un ‘lobby’ vinculado al proceso de adjudicación de un contrato para el tratamiento de tecnología alternativa con el manejo de los residuos sólidos en El Carrasco, avaluado en cerca de 250 millones de dólares. El contrato, finalmente, pese a la intención de la Alcaldía de Bucaramanga por entregarlo directamente, no se adjudicó.
Tanto la Fiscalía, como la Procuraduría y la Contraloría tienen investigaciones por este caso, donde Luis Carlos Hernández Oliveros habría pactado una millonaria comisión, si la Administración Municipal adjudicaba este contrato entre la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, y Vitalogic RSU, para construir una planta que transformaría los residuos sólidos en energía, en una concesión por 30 años.
Ahora se conoce que dentro de este proceso se habrían suplantado y falsificado dos hojas de vida de ingenieros y propuestas, que terminarían favoreciendo la elección de Jorge Hernán Alarcón Ayala, como la persona encargada de elaborar los estudios y pliegos para abrir la millonaria licitación.
Precisamente Alarcón Ayala aparece señalado en el contrato de ‘lobby’ suscrito por el hijo del Alcalde de Bucaramanga. Es más, el mismo Rodolfo Hernández, en entrevista con Vanguardia el 20 de diciembre de 2017, admitió que hospedó en su apartamento a Jorge Hernán Alarcón Ayala, para elaborar los pliegos de la polémica licitación.
“… lo recibí, porque me parecía que con todas las retenciones y con todo ese trabajo que tenía que hacer el equipo, era muy poquita plata (que recibía por el contrato de consultoría de la Emab) y yo quería ahorrarle el hotel”, dijo en su momento.
Las hojas de vida
Q’hubo pudo verificar con dos fuentes distintas que, para la elección de Alarcón Ayala, la Emab hizo una invitación privada donde fueron radicadas tres hojas de vida.
Dos de estas hojas de vida corresponden a dos ingenieros de Bogotá, que nunca conocieron que fueron vinculados a este proceso contractual en la Emab. Solo se enteraron hasta que investigadores del CTI los notificaron de la investigación por el caso Vitalogic.
Además, una fuente al interior de la Emab admitió que nunca se analizaron o evaluaron esas dos hojas de vida, sino que los evaluadores habrían ido directamente a la del polémico Jorge Hernán Alarcón Ayala, quien luego resultó el ganador.
Una única propuesta
El proceso para contratar esta consultoría comenzó el 18 de julio de 2016. Seis días antes, el 12 de julio de 2016, en comunicación al entonces director Jurídico de la Emab, César Augusto Fontecha Rincón, José Manuel Barrera Arias, gerente de la Emab en la época, incluyó los nombres del ingeniero mecánico Álvaro Gutiérrez; el ingeniero civil Arturo Vargas y el ingeniero químico Jorge Hernán Alarcón Ayala, para que los invitara a presentar sus hojas de vida y propuestas.
Según explicó el entonces director Jurídico Fontecha Rincón, “esas tres personas son las que por escrito me dice el Gerente de la Emab debo invitar, y fueron las propuestas que llegaron. Solo esas tres se invitaron…”.
El 28 de julio, según documentos de la Emab, a las 10:30 a.m. se escogió la propuesta más económica, que correspondía a la de Alarcón Ayala. Las hojas de vida de los ingenieros Álvaro Gutiérrez y Arturo Vargas nunca se corroboraron.
“El procedimiento es mirar cuál de las tres propuestas es la más económica, esa se estudia y si cumple, las otras propuestas se archivan y quedan como soporte”, agregó Fontecha Rincón.
Ese mismo jueves, 28 de julio de 2016, en la tarde, se firmó el contrato N° 096, por un término de cinco meses, entre la Emab y Jorge Hernán Alarcón Ayala, por $344 millones 950 mil.
Este ingeniero químico se comprometía a “realizar la elaboración, evaluación técnica, ambiental, financiera y jurídica para implementar una nueva tecnología” para el manejo de las basuras en El Carrasco.
Dos fuentes diferentes le corroboraron a Q’hubo, que el ingeniero mecánico Álvaro Gutiérrez y el ingeniero civil Arturo Vargas nunca radicaron o presentaron propuesta ante la Emab.
“Ellos conocieron del caso cuando investigadores del CTI de la Fiscalía los localizaron. En últimas, se trató de un proceso de selección donde participó una única persona, es decir, Jorge Hernán Alarcón Ayala. Todo estaría direccionado para que él se lo ganara. Recuerde que las hojas de vida las propuso el gerente de la Emab, José Manuel Barrera Arias. La pregunta es ¿quién le dio esos nombres a él? En aquel entonces era de conocimiento que este proceso lo conocía y estaba enterado en detalle el alcalde, Rodolfo Hernández…”, aseguró un funcionario de la Emab que pidió reserva de su nombre.
Q’hubo buscó al exgerente de la empresa de aseo José Manuel Barrera Arias, pero aseguró que por ahora no se pronunciará sobre este episodio.
Igualmente se le enviaron mensajes y se hicieron llamadas al ingeniero químico Jorge Hernán Alarcón Ayala. No obstante, nunca contestó a este periódico. Igualmente se buscó al alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, pero no atendió las llamadas.