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Video: La dura historia de un bumangués que quedó ciego tras un ataque con ácido

El hombre requiere de la ayuda de los buenos corazones de los santandereanos para salir adelante, pagar deudas y continuar con su pequeño emprendimiento.

Por: Milton Velosa

La historia de este bumangués fue dada a conocer durante la semana anterior en la plenaria del cabildo municipal de Bucaramanga por el concejal Cristian Reyes durante el debate de control político a la Secretaría de Desarrollo Social.

Luis Narváez, al igual que su homónimo, es una persona que por muchos jugaba fútbol y se ganaba la vida a bordo de un taxi.

Sin embargo, hace cerca de ocho años, mientras recorría las calles de Girón en su vehículo, un hombre se le acercó y le arrojó una sustancia desconocida en sus ojos para robarlo. Allí comenzó a vivir su propio viacrucis.

Narváez recuerda que «yo llevaba 15 años manejando taxi pero por cuestiones de la vida por atracarme me arrojaron ácido y de ahí para acá la vida mía ha sido tremenda».

«No ha sido nada fácil, desde que esa personita me hizo ese daño acabó con la luz de mis ojitos tan solo por llevarse $100 mil que era lo que yo llevaba en ese momento», aseguró la víctima de este ataque.

El hombre dijo que «yo tenía un negocio de empanadas en Provenza, en la calle, y con todo el tema de espacio público la Policía me hizo la vida imposible. Un capitán me advirtió que si volvía a sacar la venta me quitaba las cositas, ahí me resigné a cerrar y se ahondó la crisis».

Narváez agregó que «luego de la pandemia, el Señor Jesús me ha ayudado, me permitió hacerme a un localito dónde trabajo, duermo, hago mi comida, lavo mi ropa y también me baño».

Para armar este pequeño local de venta de empanadas y minitienda, Luis Narváez tuvo que sacar prestado primero $100 mil para comprar un calentador y unas mesas, luego pedir gaseosas prestadas porque no tenía dinero para comprarlas y además tuvo que sacar otro préstamo para pagar el los primeros días de arriendo.

No obstante, este hombre confiesa que «estoy al borde de cometer una locura porque ya no puedo más con los ‘pagadiario’. Decidí meterme con los ‘gota a gota’ y eso me tiene sin poder comer ni dormir, no quiero perder el negocio ni mi vida. Soy una persona sola y no tengo quien me apoye.

Por su parte, el concejal de Bucaramanga, Cristian Reyes, relató que «conocí a Luis cuando él era taxista, jugaba fútbol y era una persona con todas sus capacidades y muy trabajadora. Ahora, con esta situación, sus deudas superan los $10 millones».

Reyes Aguilar dijo que «durante el debate de la semana anterior expusimos el problema de esta víctima de ataque con ácido y criticamos las dificultades que personas como el tienen para acceder a los préstamos de la Administración Municipal donde les piden fiadores y hasta les ofrecen tasas de interés como la de cualquier banco».

El cabildante enfatizó en que «solicitamos un proyecto de acuerdo para que las personas vulnerables se les otorgue un ‘plan semilla’, que el Imebu lideré un proceso de inserción laboral de estas poblaciones en lo público y privado para que puedan salir de su difícil condición de vida».

El concejal de Bucaramanga expresó que quienes quieran ayudar a don Luis con compras o recursos pueden acercarse a la carrera 23 número 109-20 del barrio Provenza de Bucaramanga.

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