Han pasado 20 días desde que Freddy Alberto Jaimes Ayala falleció luego de ser víctima de una bala perdida en el barrio La Independencia de Bucaramanga y hasta el momento sus familiares no tienen respuestas concretas de qué fue lo que pasó ese 27 de febrero en la calle 4 con carrera 18, justo frente a la puerta de su casa, cuando iba a entrar.
Quienes lo conocían aseguran que ese disparo no era para él, pues era una persona muy tranquila, que no tenía amenazas y que no le gustaban los problemas. Es por esa razón que piden que se agilice la investigación para dar con los responsables de este absurdo crimen.
Eran las 3:00 de la tarde y en la calle 4 con carrera 18 se escucharon dos disparos. “Yo estaba en la casa cuando llega un vecino y me dice que a mi esposo le habían pegado un tiro. Salí y vi que lo tenían en la esquina y que lo llevaban en un taxi, la gente corría. Estaba inconsciente, no hablaba, no abría los ojos. Lo estabilizaron en La Merced y luego lo remitieron a la Chicamocha”, recordó su esposa con quien cumpliría 12 años de casados el próximo 21 de marzo y con quien tenía un hijo de 8. Su dolor es inmenso.
Freddy Alberto iba llegando ese día a su casa, se bajó de la moto para abrir la puerta y en ese momento ocurrieron los hechos. “Me dijo que cuando estaba al frente de la casa escuchó el tiro y en ese momento volteó y vio a un hombre corriendo y que después sintió mucha debilidad y no supo más”, comentó su amada.
Agregó “mi esposo no merecía morir, lo extrañamos mucho. La bala le dio en el lado izquierdo de la espalda, le perforó una parte del pulmón y tocó el corazón, por lo que le pusieron un marcapasos pero la herida era muy grave. Intentaron reanimarlo, pero no se pudo”.
Sus seres queridos lo recuerdan como un hombre valiente, muy responsable con su hogar. La vida de él era su hijo. No tendríamos muchas cosas materiales pero había mucho amor”.
Actualmente trabajaba como domiciliario y por lo general descansaba los domingos, pero ese día, por alguna razón salió de su casa para laborar unas horas sin saber que en su regresó se encontraría con la muerte.