El inicio de la Semana Santa se dio una vez más con el ingreso de Jesús a Jerusalén; siendo es uno de los momentos de mayor fervor para los fieles católicos, donde con el Domingo de Ramos, se abre la Semana Mayor y la conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo.
Pero, por segundo año consecutivo, en medio de la pandemia del Covid-19, varias fueron las restricciones que los católicos debieron afrontar, y aunque sí se pudo asistir a las iglesias, parroquias, templos o centros de culto, no se hicieron las tradicionales procesiones, para evitar aglomeraciones.
En Bucaramanga y el área se batieron las palmas; toda una entrada triunfal de los feligreses, donde sólo fue permitido un aforo del 35% en cada templo, los demás parroquianos, ubicados en los alrededores y quienes fueron más precavidos, decidieron seguir, de forma virtual, las transmisiones de las eucaristías.
“La Semana Santa tiene sus restricciones. Los feligreses deben entender que a las iglesias se deben asistir con sus tapabocas y el distanciamiento de dos metros. Ya tuvimos un Domingo de Ramos con este acto litúrgico diferente, pero debemos continuar así durante la semana. No tendremos cierres, pero sí evitaremos aglomeraciones y que cada persona sea consiente que el autocuidado es la mejor forma del contagio”, sostuvo Ismael Rueda Sierra, Arzobispo de Bucaramanga.
Rueda fue enfático al decir que estarán prohibidas todas las procesiones y reuniones masivas en torno a estos actos litúrgicos.
Dijo que continuarán transmitiendo por las redes sociales las eucaristías de Semana Santa hasta el 4 de abril, cuando se lleve a cabo la Resurrección del Señor.
