Una angustiante situación viven 17 familias que residen en el barrio Nariño, de manera más exacta, en la inestable ladera de la calle 20 con carrera 2.
Estas personas, tras la declaratoria de calamidad pública, deben desocupar sus viviendas ante el inminente colapso de sus predios debido a los problemas de erosión que registra este sector occidental de la meseta.
“Para el gobierno es muy fácil decir que salgamos de nuestras casas, pero ¿para dónde agarramos? En mi caso, mi rancho es lo único que yo tengo y no sé cuál rumbo tomar. Yo estoy a la mano de Dios”, dijo la señora Carmen Sofía Suárez de Parada, damnificada con este fenómeno natural.
Su vivienda, situada en la mencionada cuadra, hace parte de la lista de 17 predios que deben ser evacuados ‘sí o sí’, ante la posibilidad de un colapso trágico.
Según Luis Ernesto Ortega Martínez, director de la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres del Municipio, “la evacuación es necesaria”, so pena de que en ese lugar ocurra un nuevo deslizamiento.
De acuerdo con él, tras las visitas técnicas realizadas en el barrio, se comprobó que existen afloraciones de agua que podrían estar debilitando la escarpa y toda la cuadra ‘está en vilo’.
“De ahí la importancia de la declaratoria de calamidad pública. Necesitamos la evacuación de los citados predios para salvar vidas e intervenir y contrarrestar la erosión”, señaló el ingeniero.
Precisó que, para garantizar las obras de estabilización resulta indispensable suspender las redes de servicios públicos en las casas, con tal de frenar la humedad y otras afectaciones que se puedan generar con las conexiones del agua y del alcantarillado. Sin embargo, la comunidad se ha opuesto a tales cortes.
Al conocer el pronunciamiento oficial, los damnificados elaboraron un documento en el que lanzan a la opinión pública un S.0.S.
Higinio Moreno, quien vive en la calle 20 # 2-61, uno de los predios de mayor riesgo, aseguró: “No vamos a salir de nuestras casas. Somos personas de escasos recursos económicos y las viviendas, así estén agrietadas, son nuestras únicas pertenencias. Nos oponemos a que nos corten las redes de servicios públicos”.
En el comunicado que redactaron los afectados, ellos argumentaron: “No estamos de acuerdo con la idea de evacuar. El gobierno debería garantizarnos las obras de mitigación cuanto antes, porque quienes vivimos aquí no disponemos de recursos para dejar tirados nuestros hogares. Esto es muy duro”.
Ante la negativa de los damnificados de evacuar, el Municipio les contestó que la declaratoria de calamidad pública contempla, de manera precisa, la iniciativa de garantizarles subsidios de arriendo a las 17 familias.
“Queremos decirles a los afectados que este es un tema urgente y que nuestra intención es brindarles ayuda. No queremos desalojarlos, pero es preciso que ellos entiendan que urge evacuar para evitar allí una tragedia. Se les garantizarán los arriendos e incluso opciones para acceder a otro tipo de vivienda en lugares más firmes”, señaló el Director de la Oficina de Gestión de Riesgos y Desastres del Municipio.
DAMNIFICADOS LANZAN S.0.S.
Renzo Reyes
Calle 20 # 2-53“Es aterrador lo que estamos viviendo. Nuestras casas penden de un hilo, pues estamos al filo del abismo y en cualquier momento nos vamos a ese precipicio. Nos ordenan evacuar, pero nosotros preguntamos: ¿Para dónde? Nuestro futuro es incierto”.
Israel Ardila
Calle 20 # 2-67“Tenemos el corazón arrugado porque nos ordenan abandonar nuestros ranchitos. ¿Cómo así? Esto es lo único que tenemos y no vamos a dejarlo así como así. No podemos vivir de arrimados en otras casas. El Gobierno debe darnos soluciones concretas”.
Guillermo Sepúlveda
Calle 20 # 2-43“Vivo aquí con mi madre, que es una mujer de avanzada edad. Estamos muy preocupados porque mi casa se está hundiendo y la cuadra parece como un castillo de naipes. Lo que está en juego es nuestro patrimonio y nuestra integridad física”.
Ruth Ortiz
Calle 20 # 2-65“Es muy triste ver cómo la casa se nos derrumba. Yo quiero, a través de Vanguardia, lanzar una voz de solidaridad para con nuestros hogares, porque aquí lo que estamos afrontando es un problema mayúsculo. Esperamos que el gobierno nos ayude”.