La espesa neblina que cubría la vía al corregimiento Berlín, en Tona, Santander, habría sido la causa del funesto accidente de tránsito ocurrido la tarde del viernes.
El estruendo que se escuchó en el kilómetro 53+124, dejó atónitos a los pobladores del páramo.
Cuando salieron a verificar vieron un vehículo azul en descontrol que terminaba en un pastizal, a un costado de la carretera. Quedó hecho pedazos.
No dudaron en correr para ver si podían hacer algo por la persona que iba dentro del vehículo, porque la tragedia era evidente. No había nada qué hacer; la vida del conductor se ‘apagó’ al ser aplastado por las latas de su máquina.
Cuando llegaron las autoridades de tránsito y le revisaron los documentos, confirmaron que se trataba de Andrés Oliveros Afanador.
Oliveros, oriundo de Silos, Santander, frecuentaba esa ruta pero ayer se le atravesó la ‘muerte’ cuando chocó de frente con un bus de motilones.
La falta de visibilidad por la neblina es la principal hipótesis sobre el lamentable accidente.
El lateral izquierdo del bus quedó hecho ‘añicos’ pero Andrés llevó la peor parte.
Durante un buen tiempo la vía Bucaramanga-Cúcuta permaneció paralizada mientras las unidades de criminalística de tránsito de Santander realizaban el croquis e inspeccionaban el cadáver.
Andrés Oliveros amaba su viejo Renault azul. En redes sociales compartía fotografías posando sonriente al lado su ‘carrito’. Era su medio de transporte y con él encontró la muerte.
