Elocuente y firme, una mujer se paró ayer en la tarde frente a la Fiscalía de Bucaramanga para elevar la voz por su nieta de 7 meses, quien murió hace un año y cuyo cuerpo tendría señales de abuso sexual.
Con esta abuela, un grupo de madres, hermanas e hijas se juntaron en un plantón por la bebé y por otros niños que consideran ‘en el olvido’ por parte de la justicia; “el tiempo pasa y no hay respuesta sobre lo que les ocurrió”.
En el caso de su nieta, inicialmente se creyó que se había broncoaspirado en Villas de San Juan en Girón.
Descubrieron una barbaridad.
“Ella vivía con los papás a una cuadra; mi hija tenía que salir y me pidió el favor de cuidarla. Desde que me la trajo en el caminador llegó llorando y sudaba muchísimo (…) pero uno jamás piensa que una niña será violada”, recuerda la abuela, quien creyó que se trataba de una típica pataleta por sueño.
“Se le dio tetero y se acostó a dormir”; pero sin que hubiera pasado una hora de su llegada, la bebé se puso mal.
La abuela salió a la calle a buscar ayuda y con un tío de la niña, que vive cerca, pararon un ‘pirata’ y llegaron al hospital de Girón.
De ahí la remitieron a la Foscal en Floridablanca, pero murió. “La pediatra me abordó con preguntas y me mostró una barbaridad. Es algo que no tiene nombre, en la historia clínica quedó que la habían abusado”.
A la abuela le habrían confirmado que las vías respiratorias de la niña estaban libres, por lo que “Medicina Legal tendrá que determinar las causas de muerte; pero el acceso carnal fue real”.
Desde entonces ha esperado “el esclarecimiento de los hechos, pero hasta ahora ni siquiera hay un indiciado”, asegura.
“No voy a dejar que la niña sea un número más”, con ese propósito, también se prepara para una marcha en la tarde del viernes desde la Puerta del Sol hasta la Plaza Cívica, insistiendo sin desmayar por Justicia.