Los barranqueños ya están acostumbrados a que los roben en la calle, en los negocios e incluso en sus viviendas. Los delincuentes no respetan nada.
Ahora un hecho insólito ocurrió cuando una caravana fúnebre ingresó al cementerio Los Olivos, en Barrancabermeja.
“Estábamos en el sepelio de un familiar y mientras hacían la cremación, las personas dejaron los carros en el parqueadero. Cuando finalizó la ceremonia nos dimos cuenta que los abrieron, no tenemos idea cómo, y se llevaron lo que había dentro”, comentó una de las víctimas del hurto.
Al parecer, los ladrones ingresaron como parte de la caravana del sepelio y cuando vieron la oportunidad, aprovecharon.