“Avianca no me atendió a tiempo. El tiquete valía 6,7 millones; hasta hoy me atienden y me dicen que el tiquete cambió la tarifa a 10,7 millones. Es culpa de ellos, ¿y yo tengo que pagar? ¿Qué tal?”, cuestionó el empresario en Twitter.
Aunque la aerolínea le respondió, el empresario usó la respuesta de una usuaria de Twitter para dar su opinión. “La única manera es la competencia. Necesitamos cielos abiertos”, dijo.
Hasta ese momento los internautas apoyaban la posición del empresario. Todo, sin embargo, dio un giro cuando una mujer le reclamó por los productos que él vende.
Según ella, también se sintió engañada al ver que eran hechos en China. Él, como suele hacerlo, le respondió a la usuaria, aclarándole que en ninguna parte decía que eran hechos en Colombia.
A partir de ahí, y como suele ocurrir en Twitter, las publicaciones giraron en torno a la política. Los antiuribistas atacaron al empresario recalcando que él, capitalista, compra en un país comunista.