A las 10:30 de la noche del domingo, Colmenares de 53 años llegó al lugar donde se paga entre $10 mil y $15 mil la noche -a veces la sacan en menos-. Se encerró en la estrecha habitación y hasta la mañana siguiente no se supo nada de él.
Pero al amanecer los otros residentes quedaron horrorizados cuando los agentes del CTI descendieron el cadáver y lo sacaron aún con el cable blanco apretándole el cuello.
Algunos lloraron, otros se lamentaban y también hubo quienes voltearon la mirada para no grabar en su memoria semejante escena.
Fuera del hotel se agolparon los curiosos, atónitos al ver el necromóvil estacionado. Los viciosos que deambulan por la cuadra se sobresaltaron, se preguntaban si sabían a quién habían ‘finado’.
Adentro, en la recepción, la Policía y conocidos de Leonardo pidieron al encargado que mostrara los videos de las cámaras de seguridad. En las imágenes se ve a Jacobo sentado en una silla momentos antes de entrar a su cuarto. Nadie más entró, solo la ‘muerte’ que él mismo llamó. Se habría sumido en la depresión por problemas sentimentales…