El desplome del taller de ornamentación fue impactante y estruendoso. Aún más, cuando en la escena se vio a una pareja de motociclistas que fue arrastrada por la volqueta y quedaron entre los escombros que cargaba el vehículo; les cayeron encima al volcarse.
Ocurrió ayer hacia la 1:00 de la tarde en la vía a Chimitá, cerca a la cárcel de mujeres. En el velocípedo de placa PPA68F se transportaban Jeison Davey Noriega Parada-quien iba al mando-y Saray Juliana Sanguino Torres como parrillera.
Se dirigían hacia Campohermoso cuando en el otro carril, bajando hacia Chimitá, el conductor de la volqueta de placa SUD488 intentaba maniobrar para detenerse. El sistema de frenos estaba fallando.
El hombre no pudo hacer nada, en la última curva, antes de llegar a la cárcel de mujeres, la máquina en descontrol se salió del separador llevándose por delante a los motorizados hasta que chocaron con la fachada del taller.
Metros adelante quedó el pesado vehículo, volcado y con la carga desparramada.
Despavoridos quedaron los trabajadores que a esa hora se encontraban en la bodega. Echaron cruces al ver que salieron ilesos de semejante tragedia. Se salvaron.
No dudaron en apoyar los esfuerzos que realizaban los transeúntes y conductores por rescatar a los motociclistas.
Su delicado era crítico. Debían ser trasladados cuanto antes a un centro hospitalario.
Fue una carrera por ganarle a la ‘muerte’, porque esos jóvenes, tan llenos de vida tuviera una oportunidad.
Pero Jeison no corrió esa suerte. Murió minutos después de ser ingresado al HIC de Piedecuesta.
Por su parte, Saray de 30 años, se debate entre la vida y la muerte.
Quedó atrapado entre el ‘envoltorio’ de metal
Bomberos y agentes de tránsito de Bucaramanga levantaron las latas para sacar al conductor de la volqueta. Quedó aprisionado dentro de la cabina. También resultó herido por lo que fue trasladado a la Clínica Foscal. Se encuentra bajo pronóstico reservado. Agentes de tránsito investigan las causas del siniestro.