Cerca al barrio Villas de San Ignacio, la pesada carga que transportaba una tractomula se soltó de la plataforma y rodó hasta que cayó sobre el lateral izquierdo del vehículo donde Edulfo iba con una mujer.
No hay palabras para describir lo estremecedor que fue ver cómo esa ‘mole’ dejó el carro convertido en un ‘envoltorio’ de metal.
La mujer que iba como copiloto pudo salir, pero Edulfo no corrió la misma suerte, quedó aprisionado.
La reacción de ayuda generó conmoción.
Decenas de personas hicieron todo tipo de maniobras por sacarlo. Hasta con cadenas atadas a otro vehículo intentaron halar el cilindro que aplastó al automóvil, pero fue en vano.
Debieron esperar a que llegaran las grúas para retirar el inmenso tanque, mientras los Bomberos cortaban el metal de lo que quedó de aquel Mazda.
Pasó cerca de una hora, hasta que pudieron extraerlo pero los paramédicos confirmaron que ya estaba sin vida.
La escena se volvió aún más desoladora cuando llegaron los familiares de Edulfo.
Había salido de Girón hacia el Café Madrid para visitar a a su mamá. Lo esperaban, pero luego supieron por qué no había llegado.
Fue un siniestro sin precedentes, una tragedia espantosa que no se había visto en la ciudad.
El hombre de los tamales y los ayacos
En Piedecuesta y Lebrija se estremecieron al saber que se trataba de Edulfo.
Era muy conocido por sus tamales y ayacos. Allá era donde iba a venderlos sin falta cada fin de semana. Aunque nació en el Cesar, hacía años se había radicado en la vereda Santos, en Matanza, Santander.
Allí tenía la fábrica artesanal donde preparaba sus ‘manjares’.
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“Toda su vida trabajó en eso. Como todos nosotros – somos trece hermanos- Edulfo buscaba cómo salir adelante. Era un gran muchacho”, expresó Mario Acosta.
Cada lunes era costumbre reunirse en casa de su mamá para acompañarla, pues hace varios años perdieron a su papá. “Era uno de los motores de la familia. Siempre veía porque nos reuniéramos y compartiéramos con mi mamá”. Trabajador y amoroso, así lo recordarán.
¿Cómo se soltó ese tanque amarillo de la mula?
El aparato que transportaba la mula sería un biodigestor. Es un tanque especial para procesar vísceras y producir harinas como concentrado para animales. El conductor aseguró que lo llevaba asegurado con cables de tensión pero que, al parecer en el camino los ladrones le robaron las guayas. Cuando iba por Cafe Madrid, en la pendiente que conduce al barrio Betania, el tanque se deslizó del platón causando la tragedia.
“Cómo es posible que llevara una carga de 48 toneladas sin carros escoltas ni adelante ni atrás. Tampoco avisos. Dijo que le robaron las cadenas pero iba con todo ese tonelaje sin ninguna seguridad. Yo estuve ahí y vi que no había nada que sujetara ese tanque. Mató a mi hermano y el carro quedó en pérdida total”,
alega Mario Acosta.
La familia inciará un proceso legal para que investiguen si el vehículo cumplía con el protocolo de seguridad para transportar semejante carga.