Hacía pocas horas se había despedido de ellos. Estuvieron en el corregimiento La Fortuna de Barrancabermeja, visitándola el fin de semana por su cumpleaños.
A las 2:00 de la madrugada salieron de La Fortuna con destino a Betulia, donde viven. José debía trabajar, por eso viajaron tan temprano.
Se movilizaban en una motocicleta de placa IEG-79D. José conducía, Jhon Jairo iba de parrillero.
No les faltaba mucho para llegar a su casa, pasaban por la vereda La Putana, sector de El Cedral y les quedaba un kilómetro de trayecto.
Pero un infortunio se les ‘atravesó’. José perdió el control del velocípedo, se salió de la calzada y chocaron contra las barandas del separador de la vía.
Ambos salieron expulsados y terminaron de golpe contra la cuneta.
Jhon Jairo cayó varios metros adelante de donde quedó la máquina y murió de manera instantánea.
José quedó tendido al lado de la baranda. Estaba inconsciente, malherido.
Policía de Carreteras y paramédicos arribaron al lugar del siniestro. José fue auxiliado por los paramédicos sin saber que su hermano no había sobrevivido.
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Lo llevaron a urgencias del Hospital Universitario de Santander, HUS, donde se encuentra en delicado estado de salud.
“Nos dijeron que a esa hora había mucha neblina, pero además lloviznaba. No se sabe cómo se cayeron, si se durmieron o qué les pasó.”, contó entre lágrimas, Luis Ríos, un hermano de las víctimas.
Los sueños de Jhon Jairo quedaron truncados. Después de pagar el servicio militar, su gran sueño era comprarle una casa a su mamá.
Serán sus hermanos quienes luchen por ese propósito que Jhon no tuvo oportunidad de cumplir.
“Ellos se criaron de manera humilde, pero todos son muy trabajadores.
“Jhon Jairo no tenía empleo pero se rebuscaba el sustento. Era un muchacho muy colaborador”, expresó un vecino la familia. Sólo José podría despejar la incertidumbre.
