Un visitante inesperado irrumpió en la calma de un hogar en el barrio Cincuentenario de Barrancabermeja.
A las ocho de la noche, al salir a la puerta, se percataron que una babilla de un metro con 50 centímetros permanceía tranquila al otro lado de las rejas de acceso a la vivienda.
Su aparente calma tenía un objetivo más oscuro: ya había divisado al Pincher de la familia y de seguro lo tenía en la ‘carta’ para su cena.
Como pudo, una de lsa residentes alejó a su indefensa mascota y corrió hacia el CAI para dar aviso a las autoridades.
“La babilla estaba en el porche de la vivienda generando pánico en la comunidad, es un sector residencial”, dijo el intendente Fredy Ramírez, jefe del Grupo de Protección Ambiental y Ecológica de la Policía del Magdalena Medio.
La aparición de estos reptiles aumenta en épocas de lluvias, en sectores como el barrio Cincuentenario que está al lado de un humedal.
“Las babillas, a diferencia del caimán aguja, no son agresivas, pero sí se asustan con facilidad.
“Sin embargo, cuando están en reproducción pueden ser agresivas. En este caso, es hembra”, explicó Ramírez.
La Policía Ambiental evaluó la condición del animal y al encontrarlo en buen estado se dispuso para devolverla a su hábitat natural.
“Le pedimos a la comunidad que no agreda a estos animales. Hay gente que se asusta y les pega e incluso los hiere con machetes o cuchillos. Esto no se debe hacer”, agregó el Intendente.
En lo que va corrido del año las autoridades han rescatado cerca de 90 babillas. Cuando vean alguna de ellas en zona urbana, comuníquese al 123 de la Policía.
