Con el regreso de los talibanes, el menor se encuentra ahora oculto en Kabul por temor a posibles represalias.
El niño de 10 años vive con su familia en un pequeño apartamento de la capital afgana, a donde huyeron hace dos meses desde su aldea natal en la provincia meridional de Ghazni, escapando, también entonces, de los ataques talibanes.
«Estoy atrapado en casa y no puedo salir porque tengo mucho miedo a los talibanes», dijo a Efe el joven Murtaza, que pertenece a la atacada minoría chií hazara, objetivo constante de ataques, sobre todo del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
«Quiero viajar a un lugar seguro desde Afganistán. Por favor, salvadme de esta situación», rogó el niño, que pidió ayuda a los futbolistas del mundo, en especial a Messi, para que pueda salir con su familia del país.
A pesar de las circunstancias, Murtaza no deja de jugar fútbol aunque sea dentro de su casa, pues como quedó evidenciado en la fotografía, es amante de este deporte.