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Un hombre de 52 años de edad que regresó de Estados Unidos a principios de julio pasado fue el primer caso de la variante Delta reportado en Santander. Este ciudadano residente en Bucaramanga, ya se encontraba recuperado cuando el pasado 5 de agosto el Gobierno Nacional anunció que se trataba de otro caso de esta variante, que hasta ahora también ha sido detectada en Bogotá y Valle del Cauca.
El secretario de Salud de Santander, Javier Villamizar, aseguró que el encargado de hacer los estudios genómicos en la región es el laboratorio de la Universidad Industrial de Santander, que por el momento no ha identificado más pacientes con esta variante, descubierta por primera vez en India.
El funcionario explicó que son pocas las muestras que se someten a dicho análisis genómico, por lo que sería difícil determinar si aquel caso es el primero o si ya venía circulando en el departamento.
«Los médicos son quienes determinan si se debe hacer el estudio. Depende de diferentes factores, como los síntomas que tenga la persona o si se trata de alguna reinfección. Ante la sospecha se puede ordenar procedimiento para determinar si se trata de otra variante», indicó.
Extremar cuidados
Debido a que la pandemia aún no llega a su fin, existe la amenaza de la variante Delta, que se expande velozmente. Aunque actualmente no es predominante, la recomendación de las autoridades es a no bajar la guardia en cuanto a las medidas de autocuidado.
«En países como Estados Unidos y Europa se ha evidenciado que esta variante es más transmisible y contagiosa. Es muy importante estar vacunado, porque se ha visto que las personas mayores de 50 años que han recibido la vacuna y las personas con comorbilidades están más expuestos y tienen una probabilidad más alta de tener una enfermedad más grave o morir», dijo Villamizar.
Así esté vacunado, recuerde que debe seguir aplicando acciones como el uso correcto del tapabocas, el lavado de manos frecuente, el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones y espacios cerrados. Una buena ventilación es fundamental.
Más pruebas
El Secretario de Salud resaltó que una de las primeras recomendaciones a las autoridades locales es el reforzamiento de la estrategia de Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible, PRASS, para diagnosticar casos oportunamente y romper las cadenas de contagio. «Cuando se registre un brote se debe realizar una búsqueda activa con el cerco epidemiológico».
Laura Andrea Rodríguez Villamizar, epidemióloga y profesora del Departamento de Salud Pública de la Universidad Industrial de Santander, UIS, recalca que esta es una de las claves para tener la pandemia bajo control en el departamento.
Para la experta, más allá de fortalecer la infraestructura hospitalaria se debe hacer una estricta vigilancia epidemiológica. «Es muy importante detectar personas, sobre todo aquellas que no tienen síntomas. Se deben hacer pruebas masivas en entornos escolares, laborales y lugares con especial riesgo o en lugares a donde acuden varias personas a las oficinas públicas».
De esta forma, Rodríguez hace un llamado especial para que las autoridades y las EPS garanticen un diagnóstico oportuno. «Deben esforzarse mucho más, en la medida en que se pueda hacer más oportuno para que las personas con mayor riesgo puedan ser valoradas de manera más rápida y accedan a una atención prioritaria».
De igual importancia es que las autoridades realicen operativos de control para verificar que en los diferentes escenarios se esté cumpliendo con las medidas determinadas. «Los protocolos no se pueden quedar en el papel», subrayó Rodríguez.
La médico comenta que las formas de detener la transmisión del coronavirus siguen siendo las mismas. «Debemos ser muy juiciosos con el uso del tapabocas, debe estar muy bien ajustado a la cara. La ventilación tiene gran relevancia, al igual que mantener el distanciamiento. Con las acciones preventivas podremos lograr controlar la situación».
Debido a que la variante Delta es más infecciosa, el tapabocas no se debe tener como adorno, sino bien puesto, cubriendo la nariz y la boca, bien ajustado. «Son recomendables los tapabocas N95 y los KN95. La mascarilla quirúrgica también puede ponerse debajo de una mascarilla de tela para tener un mejor ajuste, de tal manera de que no queden escapes por los lados».
Recuerde que las personas mayores de 25 años tienen acceso a la vacunación, al igual que los mayores de 12 años con comorbilidades.
«Las vacunas dan protección alta para que no sufra complicaciones. Pero el hecho de que esté vacunado no significa que esté inmune a la infección. Estoy más protegido de fallecer, pero podría adquirir la infección y transmitirla».