La auxiliar de Policía, Silvia Alejandra Chacón Uribe, llegó a la Estación del Socorro en junio de este año. Sus aspiraciones estaban encaminadas a continuar en la institución, en las escuelas de formación. Sin embargo, su paso por la Fuerza Pública se convirtió en un completo calvario, según ella, cuando su superior: un mayor de la Policía, empezó a acosarla sexualmente.
La joven, de 19 años, señaló que la primera vez que este hombre la hostigó fue el 30 de septiembre de este año. Según la auxiliar, la siguió hasta el baño e intentó besarla a la fuerza.
“Me enviaron a hacer aseo. Entonces, cuando me metí al baño para lavarlo, el mayor llegó hasta donde me encontraba y empezó a abrazarme en contra de mi voluntad. También intentó cogerme la cara para besarme. Al sentirme vulnerable, yo lo arañé y logré zafarme”, contó en su escrito de denuncia.
Pese a su negativa, el mayor no dio el brazo a torcer y continuó acosándola, según contó Chacón Uribe.
Cuando la ordenó realizar otras labores, la obligó, según su versión, a subir al piso en el que él se encontraba. En ese momento, el oficial intentó, nuevamente, besarla y acariciarla. “Me agarró del brazo y me cogió de la cintura para acosarme otra vez. Esta vez insinuándome tener sexo con él. Intentó besarme a la fuerza, pero yo me empecé a agachar y no me dejé; entonces me soltó y me empujó contra una columna”, relató la auxiliar de policía.
La mujer, además, confesó que lo había amenazado con una navaja para que la soltara. “Al otro día, en la mañana, bajó y me dijo que me las iba a cobrar por no haberle correspondido y por haberlo arañado como lo hice”, agregó.
Silvia Alejandra esperó a que su jefa directa llegara de vacaciones para dar a conocer los hechos de los que había sido víctima. Una vez que entregó la primera denuncia ante la misma policía, la institución la trasladó a Barichara.
La auxiliar también elevó su denuncia ante la Procuraduría y ante la Fiscalía General de la Nación. “La investigación va en curso hasta ahora”, señaló.
Sin embargo, la joven denunció que el mayor no se quedó atrás y también abrió un proceso disciplinario en su contra por actitudes contrarias a la convivencia. Acusándola de usar de manera indebida las armas y de colgar dibujos extraños en su lecho.
Ante esta situación, la auxiliar ha pedido a las autoridades que se proteja su integridad; a pesar de que fue trasladada, señala que teme por su vida y por más represalias en su contra.
La Policía de Santander se pronunció ante los hechos
El coronel Carlos Efrén Fuelagán Cabrera, comandante del departamento de Policía de Santander, se pronunció ante esta denuncia, señalando que ya se activaron los protocolos establecidos y la ruta de violencia contra la mujer.
“Es preciso indicar que, desde el momento que se tuvo conocimiento de este presunto hecho, el comando de departamento remitió la denuncia a la Fiscalía General de la Nación y dispuso el inicio de un proceso disciplinario para esclarecer las circunstancias que marcaron estos hechos”, añadió.
Además, argumentó que el policía involucrado en la denuncia ya fue retirado de su cargo mientras se adelantan las investigaciones.
