Hoy el Centro de Rehabilitación Shalom Casa de Paz, al norte de Bucaramanga, se encuentra de luto. Oswaldo Ernesto Villarreal Montenegro, uno de los pacientes más queridos, falleció ayer en la madrugada luego de caer de forma accidental dentro de tanque de agua.
No se sabe cuánto tiempo su cabeza permaneció sumergida, pero fue suficiente para que dejara de respirar por siempre.
“Era una persona muy colaboradora, uno termina acostumbrándose a ellos y más cuando llevan tantos años con nosotros”, manifestó Gerson Galindo, director de Shalom.
¿Qué pasó?
Desde muy joven, Oswaldo o ‘El Pastuso’, como lo llamaban sus ‘compañeros’ padeció problemas de esquizofrenia y llevaba más de 20 años en tratamiento médico en la capital santandereana. A pesar de que su enfermedad se mantenía controlada, desde hace algún tiempo se le habían desencadenado crisis epilépticas que complicaban su estado de salud.
Habría sido precisamente una convulsión la que sufrió cuando se disponía a tomar agua. Por ese episodio epiléptico habría caído al tanque. Ya con los cinco sentidos desvanecidos, no pudo reaccionar.
Esta es una de las hipótesis entregadas por la institución y que forma parte de la investigación.
“Oswaldo tomaba mucha agua, quizá se levantó a buscar y ahí cuando tuvo la crisis. Los cuidadores que hacían la ronda a las 2:30 de la mañana, lo encontraron y aunque intentaron brindarle los primeros auxilios y reanimarlo, ‘El Pastuso’ ya no tenía signos vitales.
Enfermedad diagnosticada
Oswaldo tenía 58 años, y desde muy joven tuvo crisis severas.
Era oriundo de Ipiales, Nariño, donde ‘atormentaba’ a la comunidad con sus ‘locuras’. En muchas ocasiones se mostró violento y por esa razón su familia, de escasos recursos, decidió internarlo en la sede que tenía Casa de Paz en este departamento.
Después fue trasladado a Bucaramanga al hogar Shalom, donde fue diagnosticado con esquizofrenia indiferenciada con episodios epilépticos. Padecía cuadros muy fuertes, pero cuando estaba controlado era una persona callada, serena y bastante tranquila.
“Su familia siempre estuvo pendiente. Llamaban de forma constante. Es una noticia triste porque todos lo queríamos”, expresó el directivo.
Mientras se espera que sus seres queridos reclamen el cuerpo, las autoridades continúan con la investigación para determinar cuáles fueron las causas del deceso.