En horas de la mañana de este martes 28 de mayo, los residentes del barrio La Joya, amigos, familiares y sus compañeros del equipo de la categoría veteranos se reunieron en la cancha ‘La 13′ para despedir y darle el último adiós a Héctor Fernando Niño Rivero.
La carroza salió de la funeraria Los Olivos en el barrio Sotomayor y antes de ir a un campo santo en el anillo vial entre Floridablanca y Girón, se desvió al occidente de la ciudad.
Allí en la cancha de fútbol, donde el pasado domingo 26 de mayo murió por un infarto, sus seres queridos llevaron el ataúd y en el área de la portería donde se desvaneció, en el costado occidental, le rindieron un homenaje póstumo.
Mientras sonaba la canción ‘Amigo’ de Roberto Carlos, interpretada por unos mariachis locales, sus allegados dejaron el cajón, por unos minutos, en el lugar exacto en el que un ataque al corazón lo dejó vivir hasta los 55 años de edad.
Fueron solo algunos minutos que permaneció en la cancha de tierra en la que practicó lo que le apasionaba: el fútbol. Desde muy niño pateaba balones en ese lugar.
Uno de sus amigos y compañero de equipo, Alex Ferreira, aseguró que ya le había dado un preinfarto hace algún tiempo.
“Le habían dicho que no jugara todo el tiempo del partido, pero esa era su pasión. El domingo se desplomó, lo llevé en mi buseta a la Clínica Chicamocha. Allí llegó con signos vitales, pero minutos después en urgencias perdió la vida”, indicó el amigo.
Sus familiares agradecieron el homenaje en la cancha de ‘La 13′ y continuaron el recorrido hasta el campo santo de La Esperanza en el anillo vial de Floridablanca donde su cuerpo fue cremado sobre el mediodía de este martes 28 de mayo.
Así fue su deceso
El hecho ocurrió sobre las 3:30 p.m. de este domingo, 26 de mayo, cuando en la cancha ‘La 13′ del barrio La Joya, en el occidente de la ciudad, se desarrollaba el torneo de veteranos en el que se enfrentaban los equipos de la carrera 18 y la carrera 14.
Mario Niño Rivero, hermano del fallecido y quien fue futbolista profesional, señaló a Vanguardia que durante el segundo tiempo del partido se presentó el fatal desenlace.
“Había un saque de banda y cuando todo mundo se dio de cuenta él se arrodilló, luego se desplomó y se golpeó la cabeza”, señaló el exfutbolista profesional.
El encuentro deportivo enseguida se suspendió y entre los presentes corrieron a auxiliar a Niño Rivero. En medio de la angustia, lo subieron a un vehículo y lo llevaron de urgencia a la Clínica Chicamocha.
Héctor Fernando fue el mayor de cuatro hermanos oriundos del municipio de San Vicente de Chucurí, en Santander. Dos de ellos, Mario y Óscar Niño, lograron vestir los colores del Atlético Bucaramanga.
“Fernando no jugó en primera división, pero sí integró varias selecciones Santander en los años 1988 y 1989. Se destacó también en el colegio Santander y fútbol de barriada ni hablar, lo querían mucho y era muy conocido”, señaló.