Las cámaras de seguridad registraron los movimientos que Reinaldo Fandiño Ruiz realizó para asesinar a su expareja Yuly Martiza Rubio Roa, en la calle 34 con carrera 23 del barrio Antonia Santos. Sobre las 5:00 de la tarde del miércoles 15 de mayo, el asesino empezó su labor de vigilancia. Se escondió detrás de un muro y esperó pacientemente a que la mujer se desplazara por este sitio.
Una vez la vio, desenfundó su revólver calibre 38, la persiguió y la alertó de su presencia. Yuly optó por refugiarse en una tienda deportiva pero su expareja le disparó tres veces seguidas en la cabeza. Uno de los proyectiles también hirió en el antebrazo a Raúl Cárdenas, administrador de la tienda.
Fandiño, sin remordimiento, se aseguró de que Yuly Rubio estaba muerta y se propinó un disparó. El autor del feminicidio fue trasladado por un vehículo de la Policía al Hospital Universitario de Santander y murió luego de ingresar a cirugía. El agresor, oriundo del Socorro, Santander, tenía 54 años de edad; 19 más que la víctima.
Julián Eduardo Rubio Zapata, primo de la víctima, contó que Reinaldo Fandiño acostumbraba a vigilar a su familiar cuando ella salía de la casa. Esta vez, el sujeto, decidido a cometer el crimen, estudió a la rutina de su expareja y la esperó en el sitio por el que pasaba, usualmente, para llegar al lugar donde residía con su madre.
“Mi prima se mudó con mi tía hace meses. Ella se refugiaba en su mamá, pero lo triste de todo esto es que el lugar donde ella vivía era cercano a la residencia del asesino”, contó.
¿Qué pasó con el proceso de la denuncia?
El alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, llegó hasta el lugar del feminicidio, en la calle 34 con carrera 23, y manifestó que Yuly Maritza había denunciado el pasado 20 de abril a Reinaldo Fandiño por violencia física y psicológica ante la Comisaría de Familia en el barrio La Joya.
“Lo denunció por violencia verbal y psicología por parte del agresor, que la perseguía, la amedrentaba y se activa la ruta para su atención. El miércoles 15 de mayo a las 7:00 p.m. estaban citados a una segunda audiencia. A la primera no fue el sujeto”, dijo el mandatario.
El alcalde también expresó que a la víctima se le había ofrecido la ‘casa refugio’, un lugar de custodia temporal para mujeres víctimas de maltrato, la cual no aceptó.
Al respecto, Julián Rubio Zapata, señaló que su prima no tomó esta opción por los requisitos que supone una casa refugio. “Yo trabajé como personero de Málaga, en Santander, y sabemos que estas casas refugio tienen unos requisitos de distanciamiento, que son necesarios, pero que terminan ahuyentado a las mujeres por sentirse presas. Lo que ellas piensan es, por qué soy yo la que debe estar privada de mi libertad y no la persona que me quiere matar”, aseguró el familiar.
Además invitó al alcalde Jaime Andrés Beltrán a revisar esta figura para comprender por qué muchas víctimas de violencia no deciden someterse a esta medida. Además le sugirió testear si las rutas de atención a las mujeres en Bucaramanga sí están funcionando.
“Este año empezamos con un feminicidio de una mujer venezolana en un hotel del centro. Las cifras en la ciudad y en el departamento son dicientes. Vale la pena cuestionarse ¿qué es lo que está pasando?”, argumentó Rubio.