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Videos: Campesinos gastan tres días para llegar a su vereda, en Santander

Un sentimiento de abandono invade a los cerca de 500 habitantes del centro poblado de la vereda Arales, ubicada en el corregimiento de Sabana Grande del municipio de Sucre, Santander.

Imágenes compartidas por la comunidad reflejan el pésimo estado en que se encuentra la carretera entre esta vereda y la cabecera del corregimiento. El tramo de 27 kilómetros es prácticamente intransitable, es común que los vehículos se queden enterrados entre el lodo.

Si este trayecto estuviera en buenas condiciones, se podría recorrer en cuatro horas. Pero cuando llueve, sus condiciones hacen que un viaje en bus se prolongue hasta por tres días. Los huecos inmensos y la cantidad de barro dificultan el avance.

A los conductores no les queda otro remedio que buscar apoyo para que les ayuden a empujar los vehículos atascados.

En esta región de Santander abundan los cultivos de cacao, pero pese al gran esfuerzo que demanda su producción, los campesinos deben comercializar a bajo costo, porque son pocos los que se acercan al sector para transportar dicho fruto. Quienes se atreven a meterse en esta vía descuidada se quejan por los daños que sufren sus carros.

Esta situación también hace que el mercado y víveres que llegan a la vereda tengan sobrecostos en los fletes.

Pero no solo se afecta la economía de estas personas. También es una amenaza para su salud. Cuando alguno de los habitantes debe ser trasladado con urgencia a un centro médico no tiene más opción que encaramarse en un moto, que puede cobrar $150 mil por llevar al paciente hasta Sabana Grande. “No nos podemos ni enfermar”.

Los estudiantes tampoco se libran de este abandono estatal. Muy cerca se encuentra la vereda El Quinal, donde viven menores que tienen que atravesar cinco pasos malos para llegar a la escuela más cercana ubicada en Arales. Padres de familia advierten que muchos niños se quedaron sin colegio, porque no hay quién los traslade.

La escuela

La Institución Educativa Arales está operando normalmente, de forma presencial, debido a que en ese sector el impacto de la pandemia de COVID-19 es muy bajo. Cerca de 110 alumnos fueron matriculados allí este año.

No obstante, la sede registra problemas en su infraestructura, a la que hace años no se le hace mantenimiento. Cuenta con dos lavamanos que no sirven, mientras la humedad afecta la estabilidad de la casona. La cocina y el comedor escolar están en pésimo estado.

​​​​​​​La población de Arales pide a las autoridades locales y departamentales tomar en serio sus solicitudes, pues están cansados de cada los mandatarios se laven las manos aduciendo que los gobiernos anteriores no hicieron nada.

Reclaman un compromiso serio y que las promesas se cumplan en acciones reales.

En época de campaña electoral los candidatos proliferan que pondrán en óptimas condiciones esta vía, pero hasta ahí quedan sus buenas intenciones.

La población de Arales pide a las autoridades locales y departamentales tomar en serio sus solicitudes, pues están cansados de cada los mandatarios se laven las manos aduciendo que los gobiernos anteriores no hicieron nada.

Reclaman un compromiso serio y que las promesas se cumplan en acciones reales.

En época de campaña electoral los candidatos proliferan que pondrán en óptimas condiciones esta vía, pero hasta ahí quedan sus buenas intenciones.

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