Después de realizar las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, un juez de garantías de Bucaramanga decidió enviar a prisión a Jonathan David Montes Arrieta, de 30 años de edad, sindicado del delito de feminicidio agravado por la muerte de Laury Yisel Guzmán Becerra, en hechos que ocurrieron el pasado 25 de junio de 2023 en un apartamento del centro de la capital de Santander.
Jonathan David no aceptó los cargos y ahora desde prisión deberá afrontar un juicio para conocer si un juez de conocimiento lo halla culpable y le impone una pena que iría de 500 a 600 meses de prisión.
Dentro de los detalles que tuvo en cuenta el juez de garantías para imponer la medida de aseguramiento en centro carcelario se encuentra que el imputado se fue del lugar donde se halló el cadáver de la que era su pareja sentimental. Se escondió en la casa de la mamá, en Sincelejo, donde fue capturado el pasado martes 5 de marzo por agentes de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, y cambió su aspecto físico.
“Se escondió en la casa de la mamá, cambió su apariencia física dejándose crecer la barba y el pelo para no ser capturado, salía a la calle con gorra y tapabocas. No tenía intención de responder por lo sucedido”, aseguró el juez de garantías.
Además, el juez calificó como ‘pasmoso’ el hecho que Jonathan David hubiera salido del apartamento con la mayor tranquilidad al saber que la persona con la que estaba había fallecido.
“Abandona el edificio haciéndole un gesto con el pulgar arriba al celador como si nada hubiera ocurrido, lo que muestra un patrón de comportamiento contrario a las normas de convivencia en sociedad”, expresó el juez.
Las cámaras lo sindican
Dentro de los detalles revelados por la Fiscalía para culpar a Jonathan David Montes Arrieta del feminicidio de Laury Yisel Guzmán Becerra, de 21 años de edad, se encuentran los videos de las cámaras de seguridad del edificio donde los dos ingresaron la noche del crimen.
Según el fiscal asignado, la última vez que amigos vieron con vida a Laury Yisel fue el domingo 25 de junio del año 2023, cuando la joven se encontraba con Jonathan David y otras dos personas en una discoteca en la carrera 16 con calle 34.
“Uno de los asistentes esa noche relató que ella ya no quería bailar con Jonathan, ya no quería seguir con la relación, ella, al parecer, tenía una nueva relación. Él estaba enfurecido”, señaló la Fiscalía.
Pese a los distanciamientos, en la noche de ese domingo 25 de junio del 2023, los dos fueron al apartamento que había sido arrendado por Jonathan en la carrera 18 con calle 33 en el centro de Bucaramanga.
Las cámaras de seguridad registraron que los dos ingresaron en la noche del domingo al apartamento. El lunes siguiente, 26 de junio de 2023, los videos registran la salida de Jonathan David huyendo del lugar del crimen.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, en la noche del feminicidio, Jonathan y Yisel habrían tenido una confrontación porque mientras la joven mujer quería terminar la relación, él pretendía formalizarla.
Según la Fiscalía hubo una discusión y llevado por los celos la golpeó en la cara, el tórax, extremidades y la espalda. Después le inmovilizó las manos y procedió a estrangularla.
“El dictamen médico forense fue asfixia mecánica por estrangulamiento manual. Presentaba hemorragias en diferentes partes del cuerpo. Los peritos concluyeron que Laura Yisel presentaba trauma mortal en el cuello y trató de defenderse, tenía una fractura en una de sus uñas”, señaló la Fiscalía.
Laury Yisel, oriunda del municipio de la Jagüa de Ibirico, Cesar, fue encontrada sin vida el 27 de junio del año 2023 en el apartamento que había tomado en arriendo Jonathan David Montes Arrieta, su compañero sentimental.
“Estaba desnuda envuelta en una sábana y su ropa dispersa por la habitación”, contó el fiscal.
Además, dentro de las entrevistas que se realizaron a amigos de los dos, se expresó que Jonathan David Montes era posesivo, controlador y no aceptaba que se equivocaba, “decía que si ella no era para él, no era para ninguno”
Laury era profesional en salud ocupacional y hace un año se vino a vivir con una tía al norte de la ciudad buscando ejercer su carrera. Sin embargo, no consiguió empleo como profesional, pero sí con su novio y posterior feminicida, que era administrador de un almacén.
