Hasta la vereda El Pedregal, al oriente de Bucaramanga, llegó Q’hubo para disfrutar de una espectacular jornada de entretenimiento con los habitantes de la zona.
Cerca de 125 niños pudieron vivir de un día de esparcimiento, con talleres de pintura, música, juegos y mucha diversión.
«Son niños que viven en barrios alejados de la ciudad y que por su situación económica a veces no tienen acceso a estos espacios», manifestó Reynaldo Díaz Orejarena, coordinador de la actividad.
Asimismo, se entregaron kits de entretenimiento, calabazas artesanales elaboradas con material reciclable, cuadernillos para colorear y un suculento refrigerio.
«La idea es demostrar que no solo somos un medio más de comunicación. Con esto, Q’hubo les lleva a todos estos pequeños un momento de esparcimiento, relajación y creatividad», concluyó Reynaldo.
Q’hubo, somos de la gente.