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Sandra Ospina tiene una colección de quinientas Barbies, en Bucaramanga

Sandra Ospina es la protagonista de su propia Barbieland: tiene su apartamento lleno de quinientas Barbies y hasta tiene una “mini Sandra” al estilo de la famosa muñeca de Mattel. Esta es su historia.

Por: Paola Esteban

En 1981, la “Barbie Malibú Sunsational”, junto con la “Barbie Pink and Pretty”, fueron parte de la sensación del catálogo de la marca. Pero había una en particular, la “Barbie Western”, una vaquera, que terminó convertida en la más especial de la colección de quinientas Barbies de la diseñadora arquitectónica Sandra Ospina.

Sandra se enamoró de su Barbie, que recibió para un “niño Dios”, como decimos en Bucaramanga, y que fue su adoración desde entonces.

Por supuesto, a lo largo de su infancia recibió muchas más, pero fue cuando su hija nació que Sandra volvió a sentirse cercana a la famosa muñeca de Mattel, que tiene al mundo vistiendo de rosa con su extraordinario éxito de taquilla: ya ha sumado más de 344 millones de dólares en taquilla internacional.

Sandra Ospina asistió ayer a una de las funciones de Barbie y le dio su aprobación a la cinta: “aprendí muchísimo más”. Foto suministrada/VANGUARDIA

En un tour por su casa, en Cañaveral, Sandra muestra su extraordinaria colección, donde destacan tantas muñecas que no se acaba nunca la charla. Hay una Barbie Mona Lisa, que es su favorita, junto con las artistas, ya que Sandra adora el arte. También hay una Frida muy parecida a la famosa pintora mexicana y una Elizabeth Taylor con sus famosos ojos violeta.

La primera Barbie que Sandra compró y con la que compró su colección es la Barbie Holiday de 1994. Le costó alrededor de 80.000 pesos.

“Empecé a hacer mi colección despacio y cada una de las Barbies tiene una historia y un recorrido”. Quiero aclarar que no soy acumuladora, ni me obsesiono con la colección. Jugué con ellas, las desvestí, las bañé y les corté el cabello, así como pasa en la película”, dice Sandra, quien señala recibir algunas críticas por su afición, pero también muchos halagos, incluso mucho más hoy, que la película trajo de nuevo a Barbie al tope de popularidad.

A propósito, Sandra fue hace unos días a ver la cinta con su hijo vestido con Ken y dice que le encantó: “Es una película que tiene contenido y era lo último que le hacía falta a Barbie, su película para transmitir su mensaje. Sé que a muchos no les gustan las muñecas y se quedaron en el concepto de que la muñeca es perfecta, pero en la película nos hace reflexionar sobre el equilibrio en la vida y sobre respetar nuestros principios, formación y equilibrio con los demás”.

Y eso es lo que Barbie ha transmitido a su vida.

El legado de Barbie

Para hablar con Vanguardia sobre su colección, Sandra dispuso su apartamento de manera que en la sala y dos habitaciones, principalmente en la de su hija, estuvieran ubicadas todas sus Barbies.

Algunas permanecen en cajas, pero las más importantes están en una estantería de vidrio que permite apreciar sus vestidos, su cabello de colores, sus accesorios y esos detalles que vuelven locas a las niñas, niños y a los coleccionistas que, para sorpresa de algunos, son hombres en su mayoría.

3’000.000 puede llegar a costar la muñeca más cara de la línea coleccionista de Barbie.

Sin embargo, uno de los momentos más especiales de tener su colección y de ser conocida por ello, sucede cuando las jóvenes se acercan a su casa para entregarle sus Barbies y sus accesorios, para que Sandra los cuide.

“Hace poco, una chica que estudia física en la Universidad Nacional de Medellín me dejó su tesoro infantil, su casita de Barbie. Me dijo que quería que me quedara con ella que era toda su niñez. Eso me emocionó mucho y lloré junto con ella. Quedamos en encontrarnos si había algún evento o algo que la hiciera feliz y sabía que yo iba a cuidar mucho su casita”, cuenta Sandra.

Los fanáticos de Barbie no son pocos: para el estreno de la cinta en Bogotá, Sandra estaba invitada, la idea era llegar a la sala de cine en una limusina rosa, por supuesto, con la marca de Barbie.

Pero Sandra no pudo ir por motivos de salud. Es de fácil risa y también se conmueve rápido. Su colección sorprende y es imposible no recordar la infancia. Cuando se es niño o niña, es siempre soñar con ser todo lo que sea posible y hasta lo que parece imposible ser.

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