“Si la decisión de los socios es no capitalizar, la única ruta que queda es la liquidación”.
Así lo dejó en claro ayer Yolima Espinel Blanco, gerente de Metrolínea, frente a la grave crisis que atraviesa el Ente Gestor, el cual suma millonarias deudas, además de requerir cuantiosas inversiones en infraestructura y flota.
Este jueves, ante el Concejo de Bucaramanga, Espinel Blanco explicó y precisó en profundidad cuál es el plan que se diseñó para salvar a Metrolínea de la posible liquidación. Detalló las cifras y los datos clave sobre la evaluación realizada con entidades como el Ministerio de Transporte. (Ver “Más de $300.000 millones en deudas”).
Durante su exposición la funcionaria precisó que se requieren más de $600.000 millones para efectuar el pago de deudas, demandas y costear las inversiones que necesita prontamente el Sistema Integrado de Transporte Masivo, Sitm, para mejorar el servicio y recuperar pasajeros.
Es decir, para salvar a Metrolínea se debe hacer la capitalización de la empresa, lo cual implica que sus socios tengan que aportar dicha cantidad de recursos.
Se convocó una asamblea extraordinaria
La Gerencia de Metrolínea informó ayer que se convocó una asamblea extraordinaria de accionistas, en la cual se tomará la determinación de liquidar o capitalizar al Ente Gestor. Dicha reunión se llevaría a cabo a mediados del próximo mes.
Los principales socios de Metrolínea son los gobiernos de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta, y el Gobierno Nacional.
Conforme con lo planeado, el 70 % de los $600.000 millones en mención los debería aportar el Gobierno Nacional, y el 30 % restante los cuatro municipios del área metropolitana.
Si se aprueba la capitalización de Metrolínea, los aportes se distribuirían de la siguiente manera:
* Gobierno Nacional $420.000 millones.
* Alcaldía de Bucaramanga $86.000 millones.
* Alcaldía de Floridablanca $43.000 millones.
* Alcaldía de Piedecuesta $25.000 millones.
* Alcaldía de Girón $24.000 millones.
Más de $300.000 millones en deudas
Deudas acumuladas durante los últimos años, deterioro y daños graves en su infraestructura, y la pérdida de pasajeros hacen parte de los problemas que tienen en crisis a Metrolínea.
Los $600.000 millones que se requieren para capitalizar al Ente Gestor se destinarían de la siguiente manera:
* Deudas ‘Ley 550’: por pasivos judiciales, debido a casos como el fallido proyecto del Portal de Papi Quiero Piña, la compañía acumula deudas por más de $300.000 millones.
* Demandas en curso: en la actualidad Metrolínea afronta múltiples demandas con “alta” probabilidad de ser falladas en su contra. Estos procesos judiciales suman más de $100.000 millones.
* Adquisición de nueva flota: en dicho plan también se contempló la compra de nuevos buses para el cubrimiento de las rutas troncales de Metrolínea, aquellas que recorren el área metropolitana de sur a norte. Se estima que se requieren alrededor de $130.000 millones, para adquirir, al menos, 80 buses nuevos.
* Recuperación de infraestructura: para la reparación de estaciones y la puesta en servicio de infraestructura como el Portal Girón se calcularon inversiones por $50.000 millones.
* Deuda con el operador: actualmente Metrolínea adeuda cerca de $10.000 a uno de sus operadores. Como parte de su capitalización también se contempló este pago.
* Nuevo sistema de recaudo: desde su inicio Metrolínea ha contratado a un tercero para realizar las labores de recaudo de dinero y validación de pasajes. Con el apoyo del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, ahora se pretende implementar un sistema unificado de recaudo en los cuatro municipios conurbados.
La Gerente de Metrolínea precisó que este plan de los $600.000 millones se diseñó “sin incluir la obra de Papi Quiero Piña”. Es decir, no se incluyeron los cálculos sobre cuánto dinero se requiere para la puesta en servicio del inconcluso portal ubicado en Floridablanca.
La recuperación del Portal de Papi Quiero Piña actualmente está estimada en cerca de $200.000 millones.
El camino de la liquidación
Si los accionistas en su mayoría optan por liquidar a Metrolínea, deberán seguir una hoja de ruta que ya existe para oficializar y llevar a cabo este proceso de liquidación.
“La liquidación ya tiene un proceso definido en la ley. En este caso el accionista con mayor porcentaje de participación, el Municipio de Bucaramanga en cabeza del alcalde, tendrá que hacer una evaluación de la gestión administrativa”, indicó Espinel Blanco.
La funcionaria explicó que esta evaluación servirá como sustento, para tramitar un proyecto de acuerdo ante el Concejo y lograr la liquidación. Cada alcalde deberá tramitar la respectiva aprobación ante el cabildo municipal.
Si se elige el camino de la liquidación, de manera simultánea también se gestionará la constitución de un nuevo ente gestor, que se encargue de la operación, administración y mantenimiento del Sistema Integrado de Transporte Masivo en Bucaramanga y su área.
De hecho, actualmente el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, ejecuta un convenio con el Área Metropolitana de Barranquilla para implementar en nuestra conurbación un Sistema Integrado de Transporte Metropolitano, Sitme.
Este sistema, de acuerdo con lo explicado por el AMB, articularía las rutas del transporte masivo y los recorridos de los buses convencionales. Esta gestión contempla la intervención técnica y el mejoramiento del servicio en los diferentes barrios del área. Actualmente se avanza en la fase de transmisión de conocimiento.
La posible liquidación de Metrolínea tiene preocupadas a decenas de familias que actualmente forman parte del Ente Gestor. Se trata de 46 empleos directos y 20 más indirectos.
Este grupo de trabajadores solicitó que, si se llega a crear un nuevo ente gestor para el manejo del Sistema, ellos sean tenidos en cuenta para continuar laborando en el Sitm.
