Desde el pasado domingo, los familiares y el párroco de la iglesia Santa María Reina de Cañaveral buscaban al vicario de esta comunidad católica, el padre Carlos Josué Zerpa Garza.
El presbítero de 61 años de edad llevaba más de 30 de servicio sacerdotal. Había sido párroco de diferentes iglesias en Bucaramanga y también se desempeñó como capellán de la Policía de Santander.
Era recordado por su fe cristiana y la entrega en los barrios donde ejerció su sacerdocio.
Por eso su deceso ha generado gran consternación entre los fieles, principalmente, quienes acudían a las eucaristías en la Parroquia de Cañaveral.
Del padre Zerpa no se sabía nada desde el pasado domingo cuando lo buscaban sus colegas sacerdotes y sus familiares.
“Desde el fin de semana no respondía su celular y le tocaron en la puerta donde dormía, en la casa cural, y no se tenía respuesta. Era raro que se desapareciera así”, señaló un allegado a la parroquia.
El día miércoles en la tarde, el párroco de Santa María Reina optó por buscar un cerrajero y abrir la puerta del lugar donde residía Carlos Josué.
Al ingresar hallaron su cuerpo sin vida, estaba en alto grado de descomposición sentado en un sofá. Junto al cadáver un arma cortopunzante y un arma de fuego tipo pistola traumática. En el suelo dos cartuchos percutidos.
“Todo apuntaría a un suicidio, pero esperamos las investigaciones de las autoridades. Estamos muy dolidos por su deceso, era muy querido por su comunidad”, señaló un familiar presente en la escena.
A las 6:15 de la noche del miércoles se dio aviso a la Policía. El levantamiento estuvo a cargo del CTI de la Fiscalía que recolectó las pruebas y lo llevaron a las instalaciones de Medicina Legal.
Las autoridades manejan como hipótesis un posible suicidio ya que presentaba una herida en la parte posterior de la cabeza con arma traumática.
“Tiene una herida en la región occipital derecha. Sabemos que en el lugar hay cámaras de seguridad que nos permitirán esclarecer lo sucedido con el vicario. De igual manera encontramos sus pertenencia como un celular, un portátil y un iPad que serán analizados para ver si hay alguna pista. El hecho, creemos, se presentó dos días atrás debido al estado de rigidez y descomposición del cuerpo”, indicó una fuente judicial.
Además en el informe se resaltó que la víctima presentaba antecedentes de trastorno de la personalidad, depresión, lo que sería la principal hipótesis para atentar contra su vida, pero es materia de investigación.