Dos jóvenes de 22 y 25 años que se dedicaban a labores de construcción se vieron envueltos en una riña que dejó a uno de ellos sin vida y al otro en una celda a la espera de ser presentado ante un juez, tras agredirse con armas cortopunzantes.
El hecho de intolerancia ocurrió en el municipio de Curití, a las 10:10 de la noche del pasado sábado, cuando al parecer el hoy occiso y su homicida se encontraban consumiendo bebidas embriagantes en vía pública de la población santandereana.
Quien falleció producto de una herida con arma cortopunzante fue un joven de 25 años identificado como Carlos Javier Gómez Tavera, casado y que residía en el casco urbano del pueblo.
Aunque se desconocen los motivos por los que se inició la discusión, lo que han manifestado algunos testigos es que los dos ya se encontraban bajo los efectos del licor, y después de insultos, uno de los jóvenes tomó un cuchillo y le propinó una herida en el tórax a su contrincante.
La peor parte la llevó Carlos Javier que fue remitido de urgencias al Hospital San Roque de Curití.
El esfuerzo de los médicos no fue suficiente ni tampoco se pudo trasladar a un centro asistencial de mayor complejidad y por la gravedad de la lesión falleció.
De inmediato quienes presenciaron la pelea dieron aviso a la Policía. Al lugar llegaron los uniformados quienes iniciaron las labores de investigación, entrevista a los testigos para identificar al presunto agresor.
Después que la comunidad entregó los datos, los uniformados detuvieron a un joven de 22 años, que también reside en la población, y en el momento de ser detenido se le incautó el cuchillo con el que presuntamente ocasionó la herida mortal.
Pero, además, al revisar los antecedentes judiciales del agresor y del occiso se encontró que ambos presentaban anotaciones judiciales por el delito de lesiones personales y uno de ellos además por agresión a servidor público.
El cuerpo de la víctima fue remitido a Medicina Legal de San Gil donde sus familiares lo reclamaron en la tarde del domingo.
El capturado que fue detenido en flagrancia fue dejado a disposición de la Fiscalía de San Gil a la espera de ser presentado ante un juez de garantías que definirá su situación judicial.
“Logramos con la colaboración ciudadana dar de manera oportuna con el responsable de este homicidio. Son hechos de intolerancia en los que no se acude al diálogo para resolver los conflictos. Lamentamos que hoy hay dos familias afectadas. Una que sepultará a su hijo y otra que deberá ver como es llevado a una cárcel a su ser querido”, señaló una fuente judicial.
El homicidio también ha generado el rechazo entre los habitantes de Curití que señalaron que hace falta más programas de solución de conflictos en la población.
“No se trata de juzgar a nadie, debemos guiar a nuestros hijos con responsabilidad, inculcando valores”.