La historia de Nelly Marín de Álvarez, una mujer de 78 años, tiene conmovidos e indignados a gran parte de los habitantes de Villas de Navarra, luego de conocerse que su yerno la despojó de su vivienda en noviembre del año pasado.
Desde la fecha, los vecinos la ven caminar por las calles del barrio mientras su predio permanece con un candado en la puerta, tras la decisión de una jueza de Piedecuesta de ordenar el desalojo del inmueble.
“A ella simplemente, como no estaba ahí adentro, le pusieron el candado y ya, doña Nelly quedó afuera”, relató una vecina en un video difundido por las redes sociales en el que dos residentes del barrio hicieron la denuncia pública de lo ocurrido con la anciana, quien tendrá que esperar hasta que la Corte Suprema de Justicia emita un fallo en el que se defina a quién le corresponde el inmueble.
Esta situación ocurrió a raíz de la muerte de Blanca, hija de Nelly, quien falleció en un accidente de tránsito mientras iba en su motocicleta hace 17 años y ahora su exesposo pretende quedarse con el predio.
Sin embargo, tal y como lo sostienen sus vecinos, Nelly lleva 20 años pagando los servicios de su casa y también crió a uno de los hijos de su yerno, quien actualmente vive en Estados Unidos.
Habló doña Nelly
El predio se convirtió en un lugar recurrente para los vecinos de este sector de Piedecuesta, quienes se encargaron de pegar carteles coloridos en la fachada con mensajes alusivos a la defensa del adulto mayor, con el ánimo de que la justicia falle a favor de esta mujer y ella pueda continuar en su vivienda.
“Terrible, yo ya no soporto más esta situación en la que me encuentro hoy en día”, expresó Nelly Marín, quien aparece en un video sentada en una silla afuera de su casa de la que fue desalojada.
“Yo quiero volver de nuevo a la casa, a la posada que mi hija me dejó, hasta vivir los últimos días y que Dios se acuerde de mí”, agregó doña Nelly, quien también aseguró que este fue el lugar en el que ella ayudó a criar a sus tres nietos, hijos del matrimonio de su hija y su yerno.
Doña Nelly también se encargó en denunciar tiempo atrás al exesposo de su hija, quien al parecer no respondía con sus obligaciones como padre, tal y como cuentan los vecinos.
Mientras la justicia actúa, Nelly seguirá en compañía de unos familiares que viven en Bucaramanga, sobreviviendo con el apoyo que recibe de sus vecinos y la ayuda que solicitó a través de las redes sociales en estas últimas semanas y exigiendo que la Corte Suprema de Justicia falle a favor de este predio que fue comprado por su hija con el sudor de su trabajo.