La Secretaría de Salud y Ambiente, ante la llegada de la Semana Mayor, adelanta operativos de vigilancia y control de establecimientos que comercializan pescado en estos días.
Los funcionarios, junto a la Policía, están revisando los tipos de pescado que se vende.
El seco, muy comercializado por esta época, debe ser manipulado y tener unas condiciones adecuadas; el pescado congelado, qué sí se expenda cómo congelado y debe estar totalmente duro, y por último el fresco, que debe estar en cadena de frío y en una nevera a una buena temperatura.
De acuerdo con Luis Antonio Niño, coordinador de la Oficina de Saneamiento Básico, en estas visitas la Policía revisa la talla del pescado y, desde el grupo de Alimentos de la Secretaría, se verifican las condiciones sanitarias, el transporte y los sistemas de protección del expendio en el punto de venta.
“Una vez terminamos la actividad en la Central de Abastos, nos trasladamos a las Plazas de Mercado para continuar con el proceso de inspección, vigilancia y control”, precisó Niño.
La recomendación principal que entregó el funcionario es que adquieran estos productos en los sitios debidamente autorizados como Centroabastos, las plazas de mercado y los supermercados de cadena.
¿Cuál comprar?
El pescado debe tener ojos presentes, que ocupen toda la cavidad orbitaria y que sean transparentes, firmes y brillantes.
Las branquias deben ser de color rosado o rojo intenso, húmedas y brillantes con apariencia homogénea.
Al tacto, el pescado debe ser firme y elástico, que no se doble.
El olor debe ser agradable, con aroma al mar, al río y que llame la atención al consumo.
Las escamas deben estar unidas entre sí, no se salen con facilidad.