La Semana Santa, además de ser una de las épocas del año más importantes para los fieles católicos, es también considerada la temporada con mayores riesgos para algunos animales silvestres, que por estas fechas se convierten en el platillo principal de familias con gustos fuera de lo común y de la legalidad.
La carne de iguana y los huevos de tortuga aparecen en el menú de aquellos a quienes el respeto por la naturaleza y los llamados de atención de las autoridades a cumplir los lineamientos ambientales no les importan, así como tampoco las sanciones a las que se exponen al ser encontrados traficando con especies protegidas.
Según los cálculos de la Corporación Autónoma de Santander, CAS, el 10 % de los animales silvestres recuperados al año se rescatan justamente durante los festejos de la también llamada Semana Mayor.
En 2022 la entidad recibió 884 ejemplares de distintas especies (340 reptiles, 228 mamíferos, 313 aves). La cifra representa un 57 % menos si se compara con la de 2021, cuando fueron rehabilitados 2.017 animales (1.519 reptiles, 325 aves y 173 mamíferos).
Las especies en riesgo
De acuerdo con el análisis realizado por las autoridades ambientales, las especies más amenazadas durante los días santos son: iguana verde, tortuga hicotea, morrocoy y babilla, todas para el consumo humano. Por otro lado, están las aves como pericos, loros y guacamayas que se comercializan para enjaularlas en las viviendas y domesticarlas.
Durante el lanzamiento de la campaña ‘Semana Mayor, naturaleza en reconciliación’, liderada por la CAS, la Policía Nacional y el Ejército Nacional, Alexcevith Acosta, director de la corporación ambiental, explicó que se tienen identificadas las zonas de mayor riesgo en el departamento para cada una de estas especies.
“En Santander en la zona del Magdalena Medio tenemos especial afectación en los reptiles, las tortugas, las babillas y los huevos de tortuga (…) Ya en la región de las provincias Guanentá y Comunera se ve un maltrato muy fuerte a las iguanas”, advirtió.
El directivo indicó que si bien el tráfico ilegal no se ha logrado erradicar del todo, hay una reducción importante, especialmente porque desde los niños y jóvenes se está trabajando muy fuerte en la sensibilización y educación ambiental.
“Colombia tiene una posición muy importante en relación con otros países, en cuanto a biodiversidad, por eso enviamos un mensaje sobre la necesidad de celebrar las tradiciones y creencias religiosas sin afectar los recursos naturales”, agregó Acosta.
Sanciones y recomendaciones
Frente a las dinámicas del tráfico de animales en las provincias Guanentá y Comunera, el teniente coronel Néstor Ariza, comandante del Batallón José Antonio Galán del Socorro, dijo que aunque no se descarta que haya tránsito de las especies hacia otras regiones del país, este tipo de delitos se presentan para el uso o consumo doméstico.
El uniformado señaló que en 2022 no hubo capturas por este delito y se mantuvieron activas las campañas de control y prevención.
John Anderson Santiesteban Bayona, intendente de la Policía Nacional, miembro del grupo de protección ambiental y ecológica, recordó que la ley establece sanciones de hasta 35.000 salarios mínimo mensuales vigentes y tiempos de prisión de 5 a 9 años para las personas que atenten contra la fauna y la flora silvestre.
Santiesteban pidió a las personas que tengan animales silvestres en sus viviendas hacer la devolución de los mismos, para que sean enviados a los centros de atención y después regresados a su ambiente natural.
Así mismo, el mayor Edgar Jurado Mora, comandante del primer Distrito de Policía de San Gil, pidió a los conductores tener precaución por las vías nacionales y rurales en donde suelen presentarse atropellamiento de animales durante la Semana Santa, por el aumento del flujo vehicular.