Luchó con todas sus fuerzas y el personal médico hizo lo propio, pero la violencia se lo llevó antes de tiempo, cuando apenas empezaba a vivir.
El caso, que enluta a una familia bumanguesa, sucedió el pasado domingo, sobre las 10:00 de la noche, cuando el menor departía con algunos familiares a las afueras de una vivienda en el sector La Planada sobre la entrada del túnel del barrio Café Madrid, en el norte de la ciudad.
Hasta allí llegaron dos hombres en motocicleta y accionaron un arma de fuego en varias oportunidades.
Sonaron cuatro disparos y al poco tiempo se vio al joven de 16 años caer gravemente herido, pues uno de los tiros había hecho blanco en su cabeza . Un hombre de 46 años, quien se encontraba con el menor en el agasajo familiar, también resultó levemente herido en un dedo de la mano derecha.
La agresión, de acuerdo con las autoridades y los testimonios de testigos, iba dirigida para unos sujetos que se movilizaban en otra moto y con quienes tendrían disputas personales. Fallaron y atacaron a quienes no tenían nada que ver.
Herido de gravedad, el adolescente fue llevado por su hermano en una moto al Hospital del Norte y de allí remitido al Hospital Universitario de Santander, HUS, en donde finalmente falleció entre la noche del lunes y la madrugada de ayer.
“Él era un niño sano. No tomaba, no fumaba ni nada eso… No tenía nada que ver en todo eso. Es muy doloroso”, fueron las palabras que entregó a Q’hubo una tía del menor, quien espera justicia.
La Institución Educativa Café Madrid, en donde la víctima cursaba sus estudios de bachillerato, señaló que “compartimos el dolor de su partida, oramos por el eterno descanso de su alma. Brindamos el consuelo a sus familiares, compañeros y amigos por esta irreparable pérdida”.
Los responsables del hecho se dieron a la fuga, no hubo capturas.
