El colapso estructural de forma parcial de seis viviendas en el barrio Cordoncillo II de Bucaramanga quebró la tranquilidad de sus habitantes a mediados de noviembre del 2022. De acuerdo con los testimonios de los afectados, repentinas grietas comenzaron a aparecer en los muros de las casas, mientras las estructuras empezaron a temblar y ladearse. Algunos muros se partieron y las columnas se separaron de las paredes.
Con el miedo a perder su único patrimonio, las familias que han vivido allí por más de tres décadas tuvieron que dejarlo todo para poner a salvo sus vidas. Las autoridades ordenaron el desalojo de las seis casas afectadas.
Frente a este inminente riesgo y dando seguimiento a la acción de tutela interpuesta por la comunidad a la Alcaldía de Bucaramanga, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, CDMB, gestionó y destinó los recursos para la ejecución de la obra de mitigación que pondrá fin a esta problemática, en la calle 65C del barrio Cordoncillo II de la comuna 8 de la capital santandereana.
“De manera decidida y como resultado del trabajo interinstitucional para salvaguardar la vida de las familias, la CDMB apoyó al municipio de Bucaramanga con la construcción de una pantalla anclada de 2.550 metros cuadrados con anclajes de 15 metros de longitud y algunos drenes para abatir los niveles freáticos que hay en el sector”, aseguró el coordinador de Gestión del Riesgo de la CDMB, Jesús Evelio Sánchez Sánchez.
La obra se propone evitar el colapso de más de 50 viviendas. Pues si bien, seis casas fueron las más afectadas, existiría también el riesgo de un posible efecto dominó que arrasaría con la estabilidad de otras viviendas.
“La obra inició el primero de diciembre del 2022. Actualmente tiene un avance de ejecución del 20% y está proyectada para una ejecución de 12 meses con una inversión aproximada de 10.390 millones de pesos”, agregó el funcionario.
¿Qué pasó?
Un verdadero drama comenzaron a vivir las familias del barrio Cordoncillo II de Bucaramanga a mediados de noviembre del año pasado. Repentinamente, seis casas colapsaron de manera parcial.
De acuerdo con los resultados del estudio realizado por la CDMB en el 2020 y a las visitas de seguimiento efectuadas por la misma entidad, antes y después de la emergencia, se identificaron varias causas: la inestabilidad de la zona, propia de las condiciones geológicas y geotécnicas del terreno, y la intervención antrópica.
“Cordoncillo II se encuentra en la escarpa occidental de la meseta de Bucaramanga y como es bien sabido esta zona siempre ha tenido problemas geotécnicos relacionados con procesos erosivos. El barrio no se escapa de esa problemática, sobre todo cuando existen problemas antrópicos, es decir, cuando los mismos habitantes se encargan de ocasionarlos. Las personas, por ejemplo, arrojan basura a la zona de escarpa y no hacen la canalización de las aguas lluvias. Lo anterior agrava la situación y más aún en la temporada de más lluvias que vivimos a finales del 2022 con presencia del fenómeno de La Niña”, ya que se activan los procesos erosivos”, explicó el coordinador de Gestión del Riesgo de la CDMB.
De igual forma, las autoridades coincidieron en que otra de las posibles causas estaría relacionada con filtraciones a las viviendas.