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Bucaramanga sigue con alta tasa de lesiones personales

Durante 2022, las autoridades locales reportaron la atención de 1.621 casos de lesiones personales en Bucaramanga. La Alcaldía y la Policía hablan de una reducción del 17 %, pero esto contrasta con las cifras de Medicina Legal, que muestran que hubo un aumento.

Durante el 2022, se reportaron ante las autoridades locales de Bucaramanga un promedio de 4,4 casos de lesiones personales por día. Es decir, hubo durante ese año 1.621 casos de violencia, producto de peleas, riñas, agresiones y otros hechos entre ciudadanos que derivaron en lesiones o daños personales.

Desde el Gobierno Local señalan que se presentó una reducción del 17 % frente a las cifras del año 2021, año en el que se atendieron 1.960 denuncias.

Sin embargo, contrastan con los datos del Instituto de Medicina Legal, que por su parte reporta que hubo un incremento en la cantidad de casos registrados en la capital santandereana frente al año anterior.

Al menos así se puede inferir si se compara el período de enero a noviembre (último dato oficial de Medicina Legal), que además revela que Bucaramanga tiene una tasa de 212 casos por cada cien mil habitantes, por encima de ciudades como Medellín (128,3) y Cali (93,8).

Igualmente, un reporte preliminar de esa organización determinó que en el 2022 hubo más menores de edad víctimas de estas lesiones frente a los dos años anteriores.

¿Cuál es la realidad y por qué se diferencian tanto los datos de lesiones personales que suministra la Alcaldía de Bucaramanga de los que tiene Medicina Legal? Acá les contamos.

Comparación frente a 2021

Lo primero que hay que advertir es que el dato de la Alcaldía corresponde a los casos que llegan a manos de la Policía, mientras que las de Medicina Legal representa los casos que son revisados por esa entidad.

En ese sentido, la diferencia en los datos de lesiones personales puede deberse a que esas estadísticas no están integradas y no todos los casos con heridos son registrados o denunciados ante la Policía.

De acuerdo a las cifras consolidadas por la Alcaldía de Bucaramanga, los 339 casos menos que se presentaron son parte del resultado del seguimiento y articulación con programas sociales y labores de prevención.

El secretario de Interior local, general (r) Manuel Antonio Vásquez, afirmó que “esa disminución es producto de las medidas de prevención y de anticipación a la violencia de la administración municipal, a través de programas en cultura, deporte, integración en parques, la extensión de las jornadas escolares para evitar escenarios de violencia y consumo de drogas”, dijo el funcionario.

Medidas administrativas como las cauciones y protecciones, agregó Vásquez Prada, sirvieron en entornos familiares y sociales para contener las agresiones entre los ciudadanos.

“Estamos ahondando en la caracterización del riesgo, para comprender cuáles son las causas de esos hechos de violencia, porque la intolerancia es la que marca como la principal causante de homicidios”, advirtió el secretario del Interior.

Qué dice Medicina Legal

Según Medicina Legal, desde enero hasta noviembre del 2022, se registraron 1.469 casos de lesiones personales en la ciudad. Son hechos de violencia que si bien no fueron fatales o desencadenaron en muertes, fueron valorados por personal de ese instituto de alcance nacional. Esas cifras de los primeros 11 meses del año superan las registradas para el mismo período del 2021, cuando se registraron 1.187 casos de violencia interpersonal en la capital santandereana. De hecho, durante todo el 2021, esa institución reportó 1.342 casos de agresiones entre personas de la ciudad.

Además, si se tiene en cuenta el mismo periodo de 2020, se tiene que se documentaron 1.220 casos en Bucaramanga. Al finalizar ese año, el primero de la pandemia por COVID-19, se reportaron 1.322 casos de violencia entre personas.

Un informe preliminar de Medicina Legal sobre violencia interpersonal señala que durante todo el 2022 fueron 1.611 los casos de lesiones personales que se registraron en Bucaramanga. En ese reporte, disponible en el sitio webdel instituto, se registró un incremento del 20 % en ese tipo de casos de violencia en Bucaramanga comparado con el informe final de 2021.

De acuerdo con esa información, también hubo un incremento en las agresiones a menores de edad. En ese reporte preliminar, 197 casos tuvieron como víctimas de esas lesiones a menores, cifras que superan los registros en los años de pandemia 2020 (114) y 2021 (128), pero que están por debajo de las 227 lesiones que sufrieron menores de la ciudad en el año 2019. Vale aclarar que este reporte de Medicina Legal es diferente al de violencia intrafamiliar, entregado por la misma institución.

Vistazo a nivel nacional

A falta de que las estadísticas ese informe de 2022 sean oficializadas por el instituto, sí es posible mencionar que hay una tarea pendiente en cuanto a convivencia se refiere.

Esto debido a que en las cifras consolidadas de 2021 el indicador de violencia interpersonal en la capital santandereana era de 212 casos por cada cien mil habitantes. Mientras que la meta a nivel nacional establece que ese indicador debería ubicarse por debajo los 209,6 casos, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados para el 2030.

Así lo señaló el programa ‘Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos’ en su reciente informe. En esa estadística, Bucaramanga, sin contar los municipios del área, está por encima de ciudades como Medellín (128,3) y Cali (93,8); pero por debajo de Ibagué (219,4) y Bogotá (242,5).

Mejores prácticas

Entre tanto, Johanna Cárdenas Acevedo, directora del programa Bucaramanga Cómo Vamos, aseguró que es importante que exista mayor información y precisión sobre los casos de agresiones e intolerancia registrados en el área metropolitana. Esto para poder diseñar estrategias que permitan intervenciones más efectivas de las autoridades: “Replicar modelos (de otras ciudades), aunque exitosos, sin esta información puede resultar en el uso ineficiente de los recursos”.

Entre los datos requeridos, señaló Cárdenas Acevedo, es trascendental conocer “los motivos de las riñas, edades más frecuentes, lugares y horarios”, para poder “focalizar acciones públicas y privadas, así como el control de factores de riesgo”.

En ese sentido, añadió que es vital que se preste atención por parte de los entornos familiares y educativos, “elementos que deben estar articulados con las medidas que se adelantan desde la Policía Metropolitana, Secretaría del Interior, Desarrollo Social y el Instituto de Cultura. Mejorar estos indicadores requiere trabajo conjunto”.

De igual manera, para la directora del ‘Cómo Vamos’ es importante considerar prácticas que motiven al diálogo entre los ciudadanos, para resolver conflictos o situaciones de manera diferente a las agresiones.

“Es clave enseñar la gestión de las emociones desde edades tempranas, el diálogo como herramienta vital para la solución de conflictos, justicia eficiente y efectiva”, manifestó Cárdenas Acevedo, quien agrego que también debe existir “educación en valores sociales que contribuyan a la sana convivencia, deporte para cultivar en jóvenes la disciplina y oportunidades de empleo digno para disminuir el riesgo de violencia y pandillas”.

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