A través de un comunicado, la Asociación de Restaurantes de Santander manifestó su preocupación por la situación que hoy vive el sector gastronómico.
La principal razón, según el gremio, es la inflación que enfrenta el país. «Desde el 2022 hemos venido presentando un aumento desmedido en los costos de materia prima, bloqueos de vías, aumento de la demanda de nuestros insumos nacionales por otros países y la implementación en el 2023 del 8 % del impuesto al consumo para los restaurantes de régimen simple», precisa el documento.
Estos aumentos, para los empresarios de este sector, no se han podido llevar en la misma proporción al precio final del consumidor, ya que sería desbordado, ocasionando la disminución de las ventas para el sector.
Acodrés Capitulo Santander evidenció en declaraciones a Vanguardia que han tenido dificultades en el arranque del 2023 por los incrementos del nuevo año más los que traían en servicios públicos, salarios, en especial, el alza de materias primas. Y recientemente los bloqueos en las vías del departamento.
«Esta escasez y alza de precios llevaron a un incremento de insumos y productos de hasta el 70 %. No hemos podido llevar estos aumentos al consumidor final porque son precios muy altos lo que tendríamos que subir, y con esto hay posibilidades de perder al cliente final», señaló el gremio.
Para Acodrés, esto ha puesto en ‘jaque’ la rentabilidad de los restaurantes y muchos de estos negocios están trabajando con baja rentabilidad o ganancias.
«Solicitamos a los gobiernos nacional y municipales para que sea tenido en cuenta la crisis que pasa el sector gastronómico, que revisen esta actividad porque genera muchos primeros empleos y tener en cuenta los esfuerzos para sostener la economía», recalcó el gremio.
