Erick Esquivel, originario del Banco Magdalena, encontró su pasión en el vallenato, un camino que comenzó en su infancia rodeado de folclor. Desde pequeño, la música fue parte de su vida, aprendiendo a tocar instrumentos como el tambor. Su hermano, quien estudió bajo vallenato en Valledupar, lo inspiró a acercarse a la guitarra. A los 15 años, después de observar las parrandas de su hermano, decidió aprender a tocar y comenzó a cantar, dando sus primeros pasos en el mundo musical.
A pesar de su interés inicial en la medicina y el derecho, la vida llevó a Esquivel a Bucaramanga, donde la música lo atrapó. Tras una invitación para cantar en un cumpleaños, recibió el apoyo de un gerente de un centro recreacional que lo motivó a continuar presentándose. De un fin de semana a otro, lo que comenzó como una simple fiesta se transformó en una carrera musical sólida. Su capacidad para conectar con el público lo llevó a tomar la decisión de dejar la carrera de derecho y estudiar administración de empresas, lo que resultó ser una elección acertada para manejar su carrera musical.
Estudiar administración de empresas ha sido fundamental para Esquivel, quien reconoce que la música también es un negocio. La logística, la gestión del tiempo y el manejo de recursos son habilidades que ha desarrollado y que le han permitido consolidarse en la industria. “Esto es una empresa también”, dice, enfatizando la necesidad de tener una base sólida en administración para triunfar en el mundo del vallenato.
Recientemente, Erick Esquivel lanzó una versión en vivo de “¿Qué mal hicimos?” de Calet Morales en su canal de YouTube, que ha tenido una excelente acogida en las redes sociales. Además, presentó una versión de “Cambia por Favor” del Maestro Iván Villazón, como parte de los primeros regalos para sus seguidores. Con la mirada puesta en el futuro, planea lanzar un compilado de canciones del Binomio de Oro y otros artistas antes de finalizar el año, así como un nuevo sencillo.
En su camino musical, Esquivel ha contado con la colaboración del talentoso acordeonista Sebastián Parra, quien ha aportado su habilidad y creatividad a sus presentaciones. Juntos, han logrado conectar con el público, ofreciendo un espectáculo vibrante y auténtico. La combinación de la voz de Esquivel y el acordeón de Parra crea una experiencia musical única que resuena con los amantes del vallenato.
La conexión entre Esquivel y Parra va más allá de la música, reflejando una amistad y un compromiso por llevar el vallenato a nuevas audiencias. Ambos comparten el sueño de elevar el género, llevando su talento a diferentes escenarios y mostrando la riqueza cultural del vallenato a través de su música.
A medida que su carrera avanza, Esquivel sigue buscando nuevas oportunidades para crecer como artista. Su enfoque en la música, combinado con su educación en administración, le permite gestionar su carrera de manera efectiva, asegurando que cada presentación sea memorable para su audiencia.
Con una trayectoria en constante evolución, Erick Esquivel se ha establecido como una figura prominente en la escena vallenata de Bucaramanga. Su historia es un testimonio de cómo la pasión, el trabajo duro y una buena educación pueden transformar la vida de una persona, llevándola a cumplir sus sueños y a dejar una huella en la música.