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Maribel Villamizar, una manicurista bumanguesa, ha construido con las ‘uñas’ su camino

Desde hace más de 20 años, Maribel Villamizar dedica su vida a la labor de manicurista. Una profesión aprendida de su mamá.

Esta bumanguesa de 46 años es manicurista de profesión, diariamente Maribel se encarga del cuidado y arreglo de manos y pies. Gracias a una trayectoria bastante significativa, ella hoy cuenta con una clientela que respalda sus años de trabajo y el profesionalismo con el que realiza cada uno de ellos.

“Mi mami fue manicurista y gracias a ella fue que inicié en esta profesión, fue manicurista muchísimo tiempo antes de que yo empezará” comentó Villamizar. Aunque aprendió desde muy joven, Maribel no siempre se ha dedicado a esta labor, anteriormente trabajaba en el área de la salud con una ARS, un empleo totalmente opuesto a lo que se dedica hoy en día.

Actualmente esta bumanguesa trabaja en el Centro Comercial Panamá, allí una de sus compañeras tiene un local, ‘Helen Nails’, ubicado en el segundo piso de uno de los lugares más visitados de la capital santandereana en cuanto a comercios. Para Villamizar, es importante la opinión de su clientela sobre el trabajo realizado, es por eso que afirma que “lo más satisfactorio de mi profesión es ver que las clientas mantengan sus uñas organizadas, bonitas, que les dure el trabajo y que lo puedan seguir recomendando a uno”.

Esta como todas las profesiones, tiene sus ventajas y sus desventajas, sin embargo, Maribel busca siempre el lado positivo de todas las situaciones y trata de valorar su labor como es debido. Aunque algunas personas no reconocen el esfuerzo de esta profesión, por muy ‘sencilla’ que pueda llegar a parecer, la realidad es que no es así. “Uno cree que puede llegar a hacer lo que ellas hacen, pero vaya inténtelo, no todos tienen precisión, paciencia y lo más importante creatividad” afirmó Sergio Bueno. 

Con el paso del tiempo se ha evidenciado el aumento de los salones de belleza, aunque es indispensable conocer que no todos los comercios relacionados a la belleza se enfocan específicamente en el arreglo de uñas, algunos de ellos pueden especializarse en cabello, maquillaje, y demás ramas de la belleza. Lo que sí se puede afirmar es que la oferta de trabajadores ha ido en aumento en los últimos años. “Hay mucha joven que desea aprender y entrar en este mundo de lo que es la manicura o todo lo relacionado a la belleza, dependiendo el gusto uno se enfoca en el arte que más le llama la atención” asegura Maribel.

Villamizar manifiesta que aunque no considera que su labor sea algo muy difícil, sí está de acuerdo con que hay cosas fundamentales para ser una buena manicurista, entre ellas la higiene. Ofrecer un lugar higiénico puede significar para sus clientas una excelente experiencia, o de lo contrario, puede llegar a ser un trago amargo, pues, de no desarrollar las medidas higiénicas correspondientes con sus clientes esto sería el inicio de un muy mal rato. 

Esta al igual que otras profesiones genera cercanía con los respectivos clientes, pues muchos de ellos confían plenamente en lo que su manicurista pueda llegar a realizar en sus manos y pies. Algunas mujeres afirman que ir al salón representa para ellas un espacio personal, en donde pueden dejar de lado sus preocupaciones y pasar un rato agradable, son muchas las situaciones en donde la manicurista crea mucho más que relaciones de trabajo con sus clientes, algunas se convierten en amistades que trascienden más allá de un salón.

Desde su juventud Maribel Villamizar ha dedicado su vida a ser manicurista, hoy después de 23 años, sigue disfrutando su labor al máximo y sacando el mayor provecho posible de cada situación. Una trayectoria en donde aprendía a través de cursos que, cuando el tiempo se lo permitía, iba realizando y de esta manera pulía cada vez más su trabajos, un proceso lleno de cosas buenas y malas, de buenos clientes y otros un poco más complicados, pero siempre lleno de aprendizajes y enseñanzas que hasta hoy la han formado como la manicurista que es, más de dos décadas dedicadas a embellecer a los demás. 

Villamizar disfruta de sus días de trabajo y de cada uno de las personas que conforman su clientela, en compañía y con buenas charlas pasan las jornadas en el salón ‘Helen Nails’ para ella y sus compañeras de trabajo.

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