Esta particular situación ocurrió en un hospital de Manaus, Brasil, y el protagonista es un hombre de 54 años, quien se aguantó los síntomas durante 2 días, antes de ir a buscar ayuda médica.
A su llegada al centro asistencial el paciente no informó a qué obedecerían sus dolencias. Lo primero que hicieron los médicos fue exámenes de tacto, pero no encontraron nada, entonces ordenaron una radiografía.
Al mirar los resultados de los rayos X los profesionales de la salud quedaron atónitos y manifestaron que se trataba de un caso de “naturaleza sexual”.
El paciente tenía una mancuerna, de unos 20 centímetros y de cerca de 2 kilos de peso, alojada en el intestino, entre el colon y el recto.
Había que extraerla y para ello utilizaron una pinzas quirúrgicas, pero esta opción no dio resultado. Entonces optaron por la extracción manual. Al hombre hubo que sedarlo porque no estaba poniendo de su parte.
Para poder sacar la mancuerna del organismo del paciente, el cirujano introdujo su brazo en el recto del hombre, la agarró y la extrajo.