No contento con haber tocado el tambor en el aire, este sujeto, al aterrizar en la playa de Oludeniz, se cambió de ropa, se puso un traje para bucear y se sumergió al agua para tocar el tambor junto a los peces.
Fue así como el percusionista pasó de tocar su instrumento a 2 mil metros de altura, a hacerlo poco después en lo profundo del mar. Los peces lo rodearon y las curiosas aventuras quedaron grabadas en video.