El turista británico se llamaba Charles George Courtney. Un sujeto conocido por su gran fortuna, quien solía viajar una vez al año para sus vacaciones de verano y se hospedaba siempre en la habitación 401.
Como Charles solía hospedarse la mayoría de ocasiones ahí, su alcoba era referenciada como “la habitación de Charlie”.
Taskin contó que durante el tiempo que trabajó como botones, siempre le gustó tratar a los huéspedes como si fueran de su familia para que se sintieran a gusto.
Por eso se sorprendió cuando se enteró que, luego de morir a principios de 2021, Charles lo había incluido dentro de su testamento.
No fue la primera vez, pues él contó que en anteriores ocasiones, el millonario británico le había dado algo de dinero para la educación de sus hijos, pero jamás espero semejante gesto de él.
«Nos trató como si fuéramos parte de su propia familia. Incluso contribuyó a la educación de mis hijos. No vino cuando se enfermó, pero seguíamos viéndonos», señaló el flamante heredero al medio turco Bayez Gaz.
El millonario británico también dejó otras cantidades de dinero menores a empleados del hotel.