Según los investigadores, la pintura, que representa un gran jabalí junto a tres figuras humanas, tiene aproximadamente 51 mil años de antigüedad. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, fue anunciado por Maxime Aubert, arqueólogo de la Universidad Griffith de Australia, quien describió el hallazgo como la evidencia más antigua conocida de una pintura rupestre.
Este se suma a dos descubrimientos anteriores realizados en la misma isla durante 2014 y 2019, con representaciones que para ese momento se dataron entre 39 mil y 43 mil años de antigüedad.
El equipo utilizó un nuevo método de datación con láser que permitió determinar la antigüedad precisa de la pintura. Esta técnica, más precisa y económica que los métodos anteriores, reveló que la escena de caza descubierta anteriormente en otra cueva cercana tiene al menos 48 mil años, es decir, 4 mil años más antigua de lo que se estimó inicialmente.
El descubrimiento planteó interrogantes sobre el desarrollo del arte humano, sugiriendo que la pintura con representación de figuras de aspecto humano y animales, así como el uso de escenas compuestas en el arte, podría haberse originado mucho antes de lo que se pensaba anteriormente.
Los investigadores especulan que estas pinturas fueron realizadas por los primeros humanos que migraron a través del sudeste asiático antes de alcanzar Australia hace unos 65 mil años.
No obstante, se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y explorar posibles explicaciones sobre el “enorme vacío” en el registro arqueológico del arte humano durante miles de años.
Según el estudio, las tres representaciones rupestres descubiertas en la isla involucran figuras que están agrupadas de tal manera que permiten a un observador inferir acciones que ocurren entre ellas, lo que demostraría el potencial comunicativo del ser humano y la estrecha relación con los animales.