Roberto Esquivel Cabrera, oriundo de México, ostenta la distinción no oficial de tener el pene más largo del mundo, midiendo unos impresionantes 48 centímetros.
Pero para él, este tamaño ha sido más una maldición que una bendición. Asegura que su existencia se ha vuelto “un infierno” debido a las múltiples complicaciones que enfrenta.
En 2015, su caso atrajo la atención mundial por su inusual longitud, que además pesa casi un kilo, según los investigadores. A pesar de esta peculiaridad, Cabrera lamenta que el Libro Guinness de los Récords no reconozca su marca. En cambio, reconoce al actor Jonah Falcon, con 35 centímetros.
Además, a Roberto se le considera “persona con discapacidad” debido a sus dificultades para caminar y llevar una vida común. Como resultado, las empresas son reacias a emplearlo.
Roberto enfrenta problemas de salud relacionados con el tamaño, como infecciones urinarias recurrentes. No puede dormir de forma convencional, y enfrenta obstáculos para tener relaciones íntimas, habiendo tenido solo una experiencia en ese ámbito en toda su vida.
Sin embargo, los especialistas que estudiaron su caso argumentan que el verdadero tamaño del pene de Cabrera es de 18 centímetros, siendo el resto prepucio y piel inflamada. Esta condición se debió a que Roberto solía añadir pesos en su miembro para alargarlo.
Su médico sugiere que sería beneficioso para Roberto tener un tamaño más manejable para poder tener una vida sexual y reproductiva satisfactorias. En un giro de eventos, The Sun reporta que cuando se le preguntó a Falcon, el titular oficial del récord, sobre Cabrera, él respondió con confianza: “Si no puede usarlo, ¿por qué querría tenerlo?”.
Adicionalmente, los investigadores revelaron que Roberto había sido deportado de Estados Unidos en la década de 1990, enfrentando acusaciones de exhibicionismo y delitos contra menores.