El hecho ocurrió en la concurrida avenida Madero, justo en frente del Hospital Universitario de Monterrey, México. El sujeto ingresó a la clínica y exigió con violencia a los empleados que le entregaran el dinero recaudado durante el día.
Armado y determinado, el ladrón amenazó a los empleados con su pistola, creando una atmósfera de pánico en el lugar. Cuando los trabajadores se resistieron a cumplir sus demandas, el delincuente, en un intento por demostrar su seriedad, efectuó un disparo hacia el techo de la clínica.
Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando el ladrón intentó escapar del lugar. En un momento de confusión y desesperación, el delincuente apretó el gatillo de su arma nuevamente, pero esta vez el disparo no fue hacia el techo sino que se infligió una herida de bala en una de sus piernas.
A pesar de la herida dolorosa, el asaltante logró cojear hasta el Hospital Universitario, situado a pocos metros del lugar del atraco, para buscar atención médica y ocultarse de la ley.
Minutos después, agentes de la Policía de Monterrey, alertados por el caos, lograron su detención en el interior del hospital. El ladrón, todavía cojeando y herido, no pudo eludir a la justicia. Actualmente, se encuentra bajo custodia de las autoridades locales, enfrentando cargos por robo agravado y posesión ilegal de arma de fuego.
Por otro lado, expertos forenses están llevando a cabo investigaciones minuciosas dentro de la clínica de laboratorios médicos con el fin de recabar pruebas que serán incluidas en la carpeta de investigación correspondiente. Las autoridades están comprometidas en esclarecer completamente este sorprendente incidente y llevar al culpable ante la justicia.