Chatear, ver fotos o videos, o ir de una red social a otra, son acciones que muchas personas realizan a diario desde su celular, mientras están sentadas en el inodoro, pese a la insalubridad que representan.
Y es que desde 2019, varios estudios han señalado que el baño es uno de los lugares donde más habitan las bacterias, por lo que es antihigiénico y peligroso utilizar el celular en este sitio.
No obstante, muchas personas siguen usando sus teléfonos móviles en el baño, como si tuvieran la necesidad de entretenerse, adelantar tareas o mantenerse “en línea” mientras realizan -o intentan realizar- sus necesidades fisiológicas.
El primero fue el caso de un hombre del sureste de la provincia de Guangdong, en China, quien tuvo que acudir a la medianoche a un hospital tras notar un “bulto” del tamaño de una pelota en su ano.
Según explicó el paciente a los médicos que lo atendieron en el Hospital Afiliado de la Universidad Sun Yat-sen, sintió como si algo “se hubiese caído” dentro de él y notó el bulto, tras haber pasado alrededor de 30 minutos en el inodoro jugando a videojuegos en su móvil e intentado defecar.
El diagnóstico que recibió fue el de prolapso rectal, una afección que ocurre cuando el recto se debilita y sale a través de la abertura anal. Es decir, el bulto que se notaba era su propio recto, ese tubo muscular de unas 5 pulgadas (12.7 cm) de largo que se encuentra al final del intestino grueso (colon).
Sobre el prolapso rectal
Aunque la causa exacta del prolapso rectal no es clara, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos indica que las posibles causas pueden incluir alguna de las siguientes:
– Una abertura agrandada causada por la relajación de los músculos en el piso pélvico, que está formado de músculos alrededor del recto.
– Músculos sueltos del esfínter anal
– Colon anormalmente largo
– Movimiento descendente de la cavidad abdominal entre el recto y el útero
– Prolapso del intestino delgado
– Estreñimiento
– Diarrea
– Tos y estornudos crónicos
El prolapso rectal puede ser parcial o completo.
En el primero, el recubrimiento interior del recto sobresale parcialmente del ano. En el segundo, el recto completo sobresale a través del ano.
El caso del paciente oriundo de la provincia de Guangdong era grave. De hecho, según los médicos que lo atendieron, su prolapso había empezado cuando él tenía cuatro años de edad, pero su recto era capaz de volver hacia el interior y por ello no consultó ni trató su situación.
Finalmente, el hombre buscó ayuda médica cuando ya se encontraba en un estadío avanzado del problema. Según sus médicos, la hipótesis más plausible es que el hecho de haber pasado un tiempo excesivo intentando defecar le debilitó los músculos de la pelvis, una zona conocida anatómicamente como suelo pélvico.
Por fortuna, el paciente fue operado con éxito el mismo día que acudió a urgencias.