Las recientes olas de calor que se han dado alrededor del mundo, incluyendo a Bucaramanga, hacen que las personas busquen alternativas para huirle a esas sensaciones térmicas que en muchas oportunidades quitan el aliento, siendo el ventilador una de las más recurrentes, sobre todo en las noches.
Sin embargo, ¿es apropiado tener una máquina encendida que refresque la temperatura? ¿Qué efectos puede traer eso para la salud? Según reseña la especialista en medicina familiar y comunitaria, Susan Judas, en el blog Saber Vivir, “los expertos de Sleep Advisor, portal especializado en el sueño, han analizado cómo nos afecta dormir con el ventilador, concluyendo que sí hay ciertos riesgos para la salud, aunque con las debidas precauciones podemos recurrir puntualmente al ventilador si el calor no nos deja dormir”.
Algunos de esos riesgos son:
* Reacciones alérgicas, ya que el aire del ventilador mueve y levanta el polvo de las habitaciones haciendo que este se aloje en los senos paranasales de las personas que allí se encuentren. Lo cual resulta mucho más grave para las personas con asma o algún otro tipo de alergia respiratoria.
* Resequedad en piel y garganta, por la constante exposición a las corrientes de aire.
* Dolor de cabeza y congestión nasal, por la irritación en los senos paranasales, aunque “Sleep Advisor apunta que si la sequedad es extrema, el organismo produce exceso de mucosidad para compensar, lo que aumenta estos dos síntomas”, escribe la médica.
* Dolores musculares, debido a que las corrientes de aire causan tensión.
Algunas precauciones a las que se puede recurrir si el calor no deja dormir y no hay otra alternativa diferente al ventilador según Judas:
* Instalar un purificador de aire.
* Hidratar la piel con cremas humectantes y beber aguar antes de acostarse.
* Realizar un lavado nasal antes y después de dormir.
* Poner el ventilador lo más posiblemente alejado del cuerpo.
* Ver que la dirección del ventilador no apunte a la cara.