El perro es un Rafeiro do Alentejo de raza pura, vive en un pueblo de Portugal y aunque no tiene los mismos ánimos de un cachorro, sí es muy sano.
Su dueño, Leonel Costa, contó al medio Voz de América que a veces choca con objetos porque su visión se ha debilitado. Además, aseguró que por su edad ya le cuesta mucho caminar y prefiere dormir.
Leonel tiene 38 años y tiene a Bobi desde que tenía 8, hoy le permite recordar las personas de su familia que ya no están. “Bobi es especial porque mirarlo es como recordar a las personas que fueron parte de nuestra familia y lamentablemente ya no están, como mi papá, mi hermano o mis abuelos que ya se fueron de este mundo”.
No todos los días se cumplen 31 años; es por eso, que Bobi celebró por lo alto con una fiesta que tuvo más de 100 invitados. La comida fue carne y pescado, el alimento que consume la mascota. Además de las fotos y las demostraciones de cariño que tuvo el animal, un grupo de baile ambientó la celebración.
La edad de Bobi fue comprobada por el servicio médico veterinario y luego fue confirmada por una base de datos autorizada por el gobierno portugués. Esto permitió que obtuviera el Guinness World Récords como el perro más viejo del mundo.