El homicida habría llegado a la vivienda de la víctima con la excusa de visitar a sus hijos, pero sus intenciones eran otras, pues se había enterado que su ex se encontraba en estado de embarazo de su nueva pareja, por lo que quiso vengarse.
El individuo le quitó la vida a la mujer con un arma blanca y posteriormente huyó del lugar. Los niños, testigos del atroz crimen, llamaron a las autoridades y cuando llegaron junto a una ambulancia, confirmaron que la víctima se encontraba ya sin signos vitales.
Los paramédicos, con la intención de salvarle la vida al bebé, le hicieron a la víctima una cesárea de emergencia pero ya era demasiado tarde, el niño también estaba sin vida.
“La madre ya estaba muerta cuando llegaron, pero la esperanza no se acababa con el bebé. Están rotos por no haber salvado la vida de la criatura”, contó un guarda civil a la cadena ABC.
La mujer en 2009 había puesto una denuncia contra su verdugo por violencia intrafamiliar. Incluso a raíz de esto, el sujeto no podía acercarse a la mujer.